_
_
_
_

Revista de Prensa

Encontrar el dinero para permitirse la guerra

Si EE UU va a la guerra contra Irak, estará bien preparado militarmente, pero no tanto económicamente (...). El déficit presupuestario es bastante mayor de lo que se esperaba hace sólo unos meses, y es probable que aumente. El país es dependiente del petróleo importado. Los Estados, en la primera línea de la batalla contra el terrorismo, tienen problemas financieros. Y en ningún momento del debate sobre los recortes fiscales se ha examinado el potencial coste económico de la guerra, de la posguerra y de otras exigencias futuras de seguridad.

Washington debe hacer en seguida preparativos económicos. En caso de guerra, los recursos para luchar deben ser prioridad. La factura del conflicto, al que seguirá un largo periodo de ocupación, mantenimiento de la paz, y de ayuda humanitaria y para la reconstrucción, sólo puede percibirse levemente.

Las estimaciones oscilan entre 100.000 y 200.000 millones de dólares (...). No hay forma de calcular el montante del nuevo estímulo que requeriría la economía estadounidense, dependiente del petróleo (...), si fuera afectada por una larga interrupción del suministro.

Un derrumbe en la confianza de consumidores e inversores si la guerra va mal podría también exigir nuevos recortes fiscales o inyecciones de gasto público. El gasto en seguridad interna seguirá siendo significativo una década (...).

La historia está plagada de cálculos que minusvaloraron enormemente el coste de una guerra (...). La guerra de Vietnam costó un 90% más de lo inicialmente previsto (...). Nuestro país debe estar preparado para asumir el coste económico, como lo está para el militar.

Archivado En

_
_