Puleva Biotech incrementa un 78% su beneficio
Puleva Biotech, filial de biotecnología de Ebro Puleva, aumentó un 78% sus resultados netos en 2002 respecto al ejercicio anterior, al alcanzar los 1,2 millones de euros, según informó hoy a la CNMV. Fuentes de Puleva Biotech apuntaron que durante el pasado año la firma elevó los recursos propios hasta los 34 millones de euros, mientras que el importe neto de la cifra de negocio creció un 17,49%, hasta los 3,70 millones de euros, y la plantilla aumentó en cinco personas, hasta los 39 trabajadores.
Explicaron que Puleva Biotech "logró importantes avances científicos en 2002 que consolidan sus expectativas de éxito en el sector de la biotecnología" y que fruto de las investigaciones realizadas, presentaron cuatro solicitudes de patentes. Estas corresponden a un producto que reduce los niveles de colesterol, a otro para la prevención y tratamiento de enfermedades del sistema nervioso, a un tercero que previene las enfermedades cardiovasculares y a otra patente para siete productos y sus posibles combinaciones contra enfermedades infecciosas y gastrointestinales.
Proyectos
Entre los proyectos de Puleva Biotech, mencionaron el grado de desarrollo de cuatro de ellos: el CV-17, el GH-28, el IM-32 e IM-36 y el BR-17 y BR-24. El CV-17, que se producirá en Granada y se ha estudiado ya en voluntarios sanos, reduce de forma significativa numerosos factores de riesgo de enfermedad cardiovascular entre los que se incluyen colesterol LDL, triglicéridos y niveles de homocisteína y podrá ser administrado en cualquier alimento como un ingrediente natural más.
El GH-28, añadieron las mismas fuentes, es un compuesto del que se han realizado ensayos in vitro y cuenta con efectos beneficiosos en el ámbito intestinal. Los compuestos IM-32 e IM-36 destacan sobre todo por sus propiedades prebióticas ya que, al no ser digeridos en el intestino delgado humano, alcanzan intactos el colon donde promueven de forma específica el crecimiento de ciertos microorganismos. Por último, agregaron que el BR-17 y el BR-24 son dos productos, hasta ahora estudiados in vitro e in vivo, con capacidad neuroprotectora y que potencialmente podrían ser utilizados para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.