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Regulación

Las auditoras de EE UU sólo podrán hacer consultoría fiscal

El regulador de los mercados estadounidense (SEC) ha cedido a las presiones de la industria auditora y permitirá que las firmas continúen ofreciendo servicios de asesoría fiscal a las compañías que auditan. La SEC ha aprobado una serie de normas que regulan el conflicto de intereses y que prohíben a las empresas de auditoría ofrecer a sus clientes servicios de consultoría, excepto la fiscal.

La medida es una versión descafeinada de un mandato del Congreso para reforzar la independencia de los auditores tras la quiebra de Enron y de otros escándalos relacionados con la auditoría.

El requisito para que la norma que permite a las firmas auditoras realizar asesoría fiscal se aplique es ser aprobada por los comités de auditoría de las empresas.

La decisión de permitir la consultoría fiscal supone una victoria para las empresas de auditoría, que defendían que la asesoría fiscal a sus clientes es una extensión natural de su trabajo. Más de un tercio de los ingresos anuales de estas firmas depende de la asesoría legal y fiscal.

Entre las prohibiciones que sí incluye la norma se encuentra la de que los auditores trabajen durante más de cinco o siete años consecutivos (dependiendo de determinadas circunstancias) en la auditoría de una misma compañía.

También impide a estos profesionales actuar como abogados y asesorar jurídicamente a sus clientes.

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