La venta de Babcock Borsig a Duro Felguera divide a los sindicatos
División de opiniones, como en los toros. Las centrales presentes en Duro Felguera, que quiere comprar Babcock Borsig España, y los sindicatos con representación en la compañía vasca con sede en Galindo (Vizcaya) mantienen criterios diferentes, los asturianos, a favor, y los vascos, en contra, a la hora de evaluar una operación que puede suponer un ajuste de empleo cercano a los 250 trabajadores en la antigua Babcock Wilcox española (BWE), una sociedad que fue privatizada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y que ha resultado un fracaso.
Mientras la centrales presentes en Duro Felguera y Babcock Borsig España se definen, los protagonistas de la operación no quieren hacer declaraciones. Tanto la empresa asturiana como el grupo público presidido por Ignacio Ruiz Jarabo rechazaron ayer dar más datos que los enviados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en los que se anunciaba la intención de Duro de comprar Babcock.
Medios cercanos a los sindicatos presentes en Babcock afirman que en su guion no cabe una nueva reducción de empleo y que el ajuste ya se realizó cuando se adjudicó la compañía a la alemana Borsig, actualmente en suspensión de pagos. Entonces el recorte supuso la supresión de 550 empleos para fijar una plantilla en 650 personas. Ahora, la propuesta de Duro contempla un nuevo excedente. En cambio, las centrales de Duro afirman que la compra supondrá la consolidación de la asturiana.