Los principales grupos europeos luchan por ganar tamaño
El sector inmobiliario en Europa camina hacia su consolidación. La creación de grandes fondos de inversión, que destinan parte de sus activos a inversiones inmobiliarias, ha supuesto la creación de grandes grupos capaces de competir en tamaño con los gigantes estadounidenses.
A este crecimiento no ha sido ajena la política de las grandes multinacionales de desprenderse de sus activos inmobiliarios para centrarse en sus negocios principales. Grupos como IBM, Telefónica, Deutsche Telekom o los bancos han optado por desprenderse de sus sedes, quedarse como inquilinos en los inmuebles y utilizar la liquidez de la venta en rentabilizar su negocio.
La vía de crecimiento de las compañías del sector ha sido la especialización en el llamado sector comercial, que incluye oficinas y locales, dejando de lado el sector residencial y, por tanto, la promoción.
Así, el objetivo es crear grandes carteras de activos que van rotando para obtener de ellos la mayor rentabilidad. Cuando consideran que la inversión realizada en un inmueble ha madurado, se produce su venta y se contabilizan las plusvalías más la rentabilidad obtenida por su explotación en régimen de alquiler.
Las empresas españolas del sector también están pugnando ahora por tener un perfil similar al de las europeas. Precisamente Metrovacesa es la compañía española que más se adapta a esa fórmula, aunque la antigua filial del BBVA no ha querido ser ajena al boom de la construcción residencial que se vive en España desde la segunda mitad de los noventa.