Los poderes del grupo Caltagirone
Las dos empresas italianas que ayer lanzaron la opa sobre el 75% de Metrovacesa justificaron su decisión como una iniciativa para 'expandir sus respectivos campos de actuación en el mercado inmobiliario de los principales países de la Unión Europea'.
A pesar de su decisión de unificar fuerzas para intentar hacerse con el control del considerado segundo grupo inmobiliario español, ambas sociedades tienen un perfil marcadamente diferente.
Quarta Ibérica es una extensión del conglomerado italiano Caltagirone, controlado por la familia del mismo nombre, y desconocido en España, pero que a partir de ahora dará, sin duda, mucho que hablar en nuestro país.
Presidida por Francesco Gaetano Caltagirone, el grupo es la quinta empresa constructora italiana. Su capitalización bursátil se sitúa en 462 millones de euros y opera como un holding centrado básicamente en el negocio de la construcción, pero con intereses en otros sectores.
Sus raíces parten del negocio cementero en el siglo XIX. Fue fundada en 1890 como productor de cemento bajo el nombre Vianini & Co, y fabrica tuberías y postes de este material. En paralelo está inmersa en el negocio de la construcción.
Además, el grupo Caltagirone participa en proyectos inmobiliarios, tanto en el ámbito residencial e industrial como en proyectos de obra pública. A través de su división de construcción, Vianini Lavori, proyecta entrar en el negocio de autopistas y en concesiones aeroportuarias.
Comunicación
En paralelo mantiene una filial editorial a través de la que controla los periódicos italianos Il Mattino y El Messaggero, el diario gratuito Leggo, opera el portal de Internet Caltanet y la agencia de publicidad Piemme.
La plantilla de la sociedad matriz ascendía el pasado mes de junio a un total de 1.869 empleados. En 2001 generó unos ingresos de 401 millones de euros y unos beneficios netos de 21,6 millones de euros.
Su división constructora Vianini Lavori ingresó en 2001 un total de 137 millones de euros y obtuvo unos resultados de 13 millones de euros. Su plantilla asciende a 163 trabajadores.
Su otra gran filial cotizada, denominada Vianini Industria, dedicada a la fabricación de tuberías de cemento y otros materiales de construcción de este material, ingresó 26,6 millones de euros en 2001 y ganó 4,2 millones de euros. La plantilla de esta subsidiaria se eleva a 187 trabajadores.
También controla Cementir Cementerie del Tirreno, entidad considerada cuarto grupo cementero italiano con unas ventas globales de 224 millones de euros en 2001 y una plantilla de 1.331 empleados. Sus beneficios alcanzaron los 43 millones de euros en el ejercicio de 2001. El grupo cementero opera básicamente en el mercado italiano, donde cuenta con cinco fábricas y seis oficinas de venta.
Según informaba ayer la agencia de noticias Bloomberg, el grupo en su totalidad genera unos ingresos globales consolidados de 658 millones de euros, con una fuerza laboral de 3.000 empleados.
Pero el riesgo de la opa sobre el grupo Metrovacesa y la pugna que previsiblemente deberá desencadenar a partir de ahora con Bami por el control de la compañía no recae exclusivamente sobre sus espaldas. Cuenta con la colaboración de su socio, el grupo Astrim, que tiene un perfil muchísimo más financiero y que opera en el sector de servicios inmobiliarios.
Servicios
De hecho, la compañía asegura, en su comunicación de ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que Astrim esta especializada fundamentalmente en la prestación de servicios de gestión y administración de patrimonios inmobiliarios.
Sus accionistas son Sofimar, un grupo radicado en Luxemburgo, controlado por el financiero italiano Alfio Marchini.
El segundo accionista de esta compañía es MCC, entidad también italiana propiedad del grupo Capitalia, entre cuyos activos en España destaca la sociedad de gestión de patrimonios y agencia de valores Safei.
El grupo Mittel, sociedad también cotizada en Italia, es el tercer socio de Astrim. Su negocio se centra en los sectores bancario e inmobiliario.