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Madrid

La tensión en Irak y la debilidad económica presionan las Bolsas

El Ibex cedió ayer un 2,31%, la mayor caída del año, aunque salvó la semana con una ganancia del 0,3%. La cifra de actividad en la sesión, 2.204 millones, fue algo más elevada que en sesiones anteriores por la coincidencia del vencimiento de opciones y futuros.

La banca fue responsable en gran medida de los descensos. Un 6,05% se dejó BBVA y un 4,66% el SCH. Telefónica, con una caída del 1,96%, contribuyó decisivamente al retroceso del Ibex. Entre los tres valores restaron 125 puntos de los 152,4 que perdió el índice.

Las pérdidas fueron igualmente abultados en otros mercados europeos. Los descensos fueron desde el 1,58% que se dejó Londres al 4,43% de Francfort. La fuerte caída de Wall Street en el momento de coincidencia operativa acentuó la debilidad.

El aumento de la tensión bélica provocó pérdidas desde primera hora de la mañana. El presidente de Irak, Sadam Husein, afirmó que su Ejército ya está movilizado y que derrotará a las tropas de Estados Unidos a las puertas de Bagdad, en caso de que decida invadir el territorio. Estas declaraciones se produjeron después de que los inspectores de la ONU descubrieran cabezas de misiles vacías para armas químicas.

Los datos macroeconómicos publicados en Estados Unidos acentuaron la debilidad. Destacó el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan que, contra todo pronóstico, bajó en enero hasta los 83,7 puntos desde los 86,7 anteriores, principalmente por la amenaza de guerra. La producción industrial, por su lado, bajó un 0,2%, mucho peor del aumento esperado.

Los resultados empresariales, por lo demás, siguieron acaparando el interés de los inversores. Microsoft anunció la víspera el primer dividendo de su historia, al tiempo que publicaba una ganancia neta de 2.550 millones de dólares en el último trimestre, en línea de lo estimado. Advirtió, sin embargo, que los ingresos del trimestre actual y en su año fiscal, que termina en junio, estarán por debajo de las estimaciones.

El conglomerado General Electric tampoco contribuyó al optimismo y publicó un resultado en línea con la parte baja de las estimaciones.

En Latinoamérica, los mercados se vieron presionados también por el aumento de la tensión internacional, que dejó en un segundo plano el acuerdo transitorio alcanzado entre Argentina y el FMI. El acuerdo, que da un respiro al país andino, ya que retrasa el pago de la deuda, apenas tuvo impacto. El real brasileño, por su parte, perdía posiciones y se situaba en torno a 3,36 unidades por dólar.

El vencimiento del futuro distorsiona

El tercer viernes de cada mes se produce el vencimiento de futuros sobre los principales índices bursátiles del mundo. Es lo que en Wall Street denominan hora embrujada. En nuestro mercado, el periodo de ajuste del vencimiento, que tanta distorsión crea en las cotizaciones de los valores del Ibex y en los volúmenes de negocio, va desde las cuatro y cuarto de la tarde hasta las cinco menos cuarto. El vencimiento del futuro merece, desde siempre, múltiples interpretaciones entre los profesionales del mercado. Se dice, así, que un futuro que vence a la baja proyecta mayores caídas para el siguiente futuro, que se inicia el lunes y que se ajusta ya a febrero. No está demostrado, sin embargo, que las cosas sean así. Lo que más llama desde siempre la atención es la enorme distorsión que generalmente provoca este fenómeno en los volúmenes de negocio si bien la mayor parte del mismo es artificial, porque se produce con operaciones específicas vinculadas al vencimiento, sin mayores consideraciones ni otras estrategias bursátiles de fondo.

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