La Reserva Federal aprecia mayor debilidad del consumo
La Reserva Federal califica el conjunto de la actividad económica de EE UU desde mediados de noviembre a principios de enero como 'suave', 'lenta', 'tenue' e incluso 'anémica', según los distritos, y sólo Nueva York registra claras señales de mejora. Aunque el informe sostiene que no se observan cambios significativos en las condiciones económicas, lo cierto es que la propia entidad constata un deterioro en el gasto de los consumidores que resulta vital para la recuperación, pues representa dos tercios del PIB.
La campaña de ventas navideña, la más fuerte del año, ha resultado 'decepcionante'. Sólo las grandes cadenas de descuento han registrado un leve aumento de las ventas pero las rebajas necesarias para atraer clientes han hecho mella en sus ingresos. Lo mismo ha sucedido con las ventas de automóviles, que han vuelto a repuntar a finales de año gracias a los incentivos ofrecidos por los concesionarios.
Las empresas han acumulado, así, inventarios que hacen descartar grandes pedidos a las fábricas en las próximas semanas.
La industria, por su parte, 'continúa lastrada por la débil demanda y el exceso de capacidad'. De ahí, que para los próximos seis meses o más, según recoge el Libro Beige, 'no se espere un cambio en la tendencia a la baja de la inversión empresarial'.
Caen los beneficios
Incluso en sectores que mantienen un mejor desempeño de su actividad, como el transporte, los beneficios se diluyen debido al alza de los costes energéticos. También se registra mayor debilidad en el sector de la construcción, aunque la venta de viviendas permanece en niveles muy altos y ello contribuye a la fuerte demanda de créditos hipotecarios dado su bajo precio.
En estas condiciones, las perspectivas del mercado laboral, actualmente con una tasa de paro del 6%, empeoran. 'Las empresas permanecen cautelosas', dice la autoridad monetaria, y los despidos se han seguido produciendo en la mayoría de los distritos.
Pese a las declaraciones en sentido contrario de los responsables económicos y la fuerte alza de los costes energéticos, el informe recoge una tendencia a la baja de los precios generalizada. La Reserva lo atribuye a 'una competencia feroz', pero lo cierto es que el movimiento vuelve a despertar el temor a una espiral deflacionista.
De hecho, el Departamento de Trabajo informó que los precios al productor se mantuvieron invariables en diciembre, gracias a que las ofertas de los concesionarios de automóviles compensaron el alza de la energía. Excluidos los alimentos y la energía, los precios cayeron el 0,3%, lo que supone que son casi en exclusiva los costes energéticos los que contribuyen a eliminar las tensiones deflacionistas de la economía.
Bajo estas condiciones, se explica que el grupo de expertos de la Oficina Nacional de Análisis Económico (NBER, por sus siglas en inglés) asegurara ayer que es demasiado pronto para determinar que la recesión que se inició en marzo de 2001 haya llegado a su fin y haya dado paso a una sólida recuperación. 'Según los datos más recientes, la economía estadounidense sigue experimentando un crecimiento de la producción, pero caídas del empleo', dijo la oficina encarga de decretar oficialmente el principio y el fin de las recesiones en EE UU.
'Los últimos datos confirman nuestra conclusión previa de que es necesario más tiempo para estar seguros de la interpretación de los movimientos de la economía el año pasado y lo que va de este ejercicio', aseguraba en una nota en su página web.