Telefónica y las empresas de acceso local discrepan sobre el plan de telefonía rural
El Ministerio de Ciencia y Tecnología comunicó ayer por la tarde que, tras haberlo 'revisado', ha devuelto a Telefónica el plan que el operador dominante le presentó el pasado 13 de diciembre con las propuestas para llevar a efecto la renovación de las 206.000 líneas de telefonía rural, conocidas como TRAC.
El Gobierno envía de vuelta el proyecto al operador dominante con el fin de que presente 'alegaciones' a esta 'revisión' antes del próximo miércoles día 22.
El ministerio del que es titular Josep Piqué había previsto comunicar hoy que daba su visto bueno al proyecto de renovación de la telefonía rural presentado por Telefónica, pero a última hora las cosas se han torcido y no le ha quedado otro remedio que dar un plazo de una semana más para dar luz verde al proyecto.
Fuentes cercanas a los protagonistas de la disputa señalan que el problema real que provoca este aplazamiento es la falta de entendimiento en cuanto a los precios y las condiciones que debían pactarse para participar conjuntamente en la prestación del servicio de telefonía rural que aún mantenían ayer Telefónica y las empresas de acceso local vía radio (LMDS) Neo-Sky, Iberbanda, Basa y Broadnet.
El origen de las discrepancias se remonta seis meses atrás, cuando la Unión Europea hizo saber a la compañía que preside César Alierta (en su condición de prestador del servicio universal de telefonía en España) que sólo aprobarían un plan de renovación de la telefonía rural en el que se incluyeran también como operadores a empresas distintas de las que integran el grupo Telefónica.
La aceptación de compañías competidoras en el proyecto era, además, una condición indispensable para que Bruselas aceptara financiar con 144 millones de euros de los fondos comunitarios un proyecto cuyo presupuesto total asciende a 480 millones de euros.
Incluir competencia
El operador dominante terminó por suscribir las tesis de Bruselas y en discretas conversaciones con el Gobierno español se alcanzó un acuerdo para que el 60% de la renovación de las líneas de TRAC fuera realizada con la tecnología de acceso local vía radio conocida con las siglas LMDS.
Telefónica y Ciencia y Tecnología también estuvieron de acuerdo en que para las distintas zonas rurales del país sería coherente usar tecnologías diversas.
Así pactaron que junto al uso del LMDS en el 60% de las renovaciones de líneas TRAC, podía utilizarse tecnología de telefonía móvil celular GSM con GPRS en el 20% de los accesos y conexiones vía satélite en otro 5%. El 15% restante de las líneas se incorporarían a la red de conmutación de Telefónica mediante la extensión de infraestructuras de par de cobre a las que se dotaría de la alta velocidad necesaria para acceder a Internet mediante sistemas de ADSL.
Con este entendimiento se conseguían beneficios para las dos partes. Telefónica lograba el visto bueno de Bruselas y el Gobierno español ayudaba a las empresas de un sector de las telecomunicaciones que no había logrado consolidarse tras la adjudicación de unas licencias de LMDS que habían sido convocadas por el propio Ejecutivo en marzo de 2000.
Telefónica convocó un concurso para incluir competencia en el proyecto de renovación del TRAC. La licitación tenía, no obstante, dos partes. En la primera se pedían ofertas para la compra de equipos necesarios para la prestación del servicio. En la otra se solicitaban candidatos que estuvieran interesados en dar la telefonía rural con sus propios medios.
A la primera licitación se presentaron empresas fabricantes como Amper. A la segunda acudieron cuatro operadoras de LMDS, Neo-Sky, Iberbanda, Basa y Broadnet, y Telefónica Móviles como único ofertante de tecnología celular.
Con las ofertas de estos concursos en la mano, la empresa que preside Alierta elaboró el plan definitivo de renovación de la telefonía rural que presentó a Ciencia y Tecnología en diciembre. Todo parecía encarrilado para conseguir la aprobación del Gobierno.
Pero en los últimos días Telefónica no ha logrado llegar a un total entendimiento con las empresas de LMDS sobre las condiciones de su participación en el proyecto, lo que ha recomendado el aplazamiento de una semana.
Cuatro tecnologías para llevar Internet a rincones remotos
El Ministerio de Ciencia y Tecnología ha estudiado durante el último mes el plan presentado por Telefónica el pasado 13 de diciembre y cuyo objetivo es renovar las 206.000 líneas de telefonía rural de acceso celular (TRAC) que actualmente existen en España. En la programación semanal de actividades del departamento que encabeza Josep Piqué se preveía para hoy la comunicación del visto bueno para el plan de Telefónica al problema. Sin embargo, los problemas surgidos a última hora lo han impedido. El plan de renovación de la tecnología TRAC como base de la telefonía rural tiene como objetivo que los españoles cuyo domicilio, negocio o puesto de trabajo estén situados en las zonas más remotas del país puedan acceder a Internet a través de su línea telefónica. El proyecto prevé invertir 480 millones de euros en el plazo de los dos próximos años. De ellos 144 procederán de los fondos de cohesión de la Unión Europea. El calendario para la renovación del servicio TRAC plantea que el 30% de las líneas hayan sido sustituidas el 31 de julio próximo, el 70% en febrero de 2004 y la totalidad en diciembre de ese mismo ejercicio. Telefónica ha propuesto, y el Gobierno ha aceptado, que el plan incluya el uso de cuatro sistemas distintos para sustituir a la tecnología actual, basada en la telefonía celular analógica. Estos cuatro sistemas son el acceso local vía radio, conocido con las siglas LMDS; la telefonía móvil GSM con la ayuda de las infraestructuras de datos GPRS; el satélite, y la ampliación de la red de conmutación de Telefónica, combinada con el sistema ADSL. La propuesta incluye la posibilidad de que se produzca un incremento del número de usuarios de la telefonía rural, hasta 300.000, como consecuencia de la mejora de la tecnología utilizada en el servicio.