El Gobierno permitirá la compraventa de frecuencias de telefonía móvil
El balance de cierre de año del Ministerio de Ciencia y Tecnología se centró más en lo que está por venir que en el pasado, en parte porque su titular asumió el cargo con el curso ya empezado y también porque el ejercicio de 2002 ha estado marcado por una profunda crisis en telecomunicaciones que Piqué quiere contrarrestar con la aprobación de tres nuevas leyes para el sector.
La ley de firma electrónica, la nueva regulación general de telecomunicaciones y la legislación audiovisual son los tres pilares en los que Piqué pretende basar la recuperación del sector. Todas ellas serán aprobadas, según anunció ayer, en febrero, para que puedan pasar por el trámite parlamentario en esta legislatura.
Entre las principales novedades de la regulación del sector está la posibilidad para las operadoras de móvil de comprar y vender derechos de uso del espectro radioeléctrico, es decir, de frecuencias celulares. El Gobierno establecerá determinadas condiciones para que esto sea posible, pero la medida supone un fuerte paso liberalizador en este segmento y sitúa a España en una posición de vanguardia en Europa.
El ministro justificó esta iniciativa en la necesidad de dar una salida a determinadas empresas que quieran poner fin al negocio, pero negó que éste vaya a ser el caso de Xfera y descartó que se vaya a crear un 'mercado libre de espectro'. La cuarta concesionaria de una licencia de telefonía móvil de tercera generación UMTS se ha comprometido, aseguró Piqué, a descongelar el proyecto, desplegar red y dar servicios. Esta promesa se ha realizado en el marco de las negociaciones mantenidas entre el Gobierno y las compañías para reducir al mínimo los avales presentados como garantía del cumplimiento de las obligaciones de los respectivos concursos de concesión de licencias.
Esta reducción, adelantó Piqué, se aprobará hoy en el Consejo de Ministros y su objetivo es dar viabilidad financiera a proyectos como el de Xfera o los que se basan en tecnología vía radio (LMDS).
Estas medidas se complementarán, en la nueva Ley General de Telecomunicaciones, con la implantación de un régimen sancionador más estricto, una reivindicación largamente perseguida por el sector.
También habrá cambios en la consideración de los operadores dominantes, cuya determinación ya no se hará por tecnologías, sino por mercados de referencia, que tendrán que ser detectados y definidos por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Incentivos fiscales para los fabricantes
El ministro Josep Piqué también ha diseñado un plan para revitalizar la industria de bienes y servicios del sector de tecnología y telecomunicaciones. El titular de Ciencia y Tecnología está convencido de que todas las medidas destinadas a sacar de la crisis a las operadoras servirán asimismo para los fabricantes de equipos, puesto que dispararán la inversión y romperán el actual círculo vicioso, en el cual las compañías operadoras contienen el gasto al máximo y los productores tienen que reducir cada vez más su tamaño para ajustarse a la demanda. Así, la industria se beneficiará de las mejores perspectivas del móvil, tras la reducción de los avales, y de la implantación de la televisión digital. A la vez, los 475 millones de euros que se invertirán durante este año y 2004 en la sustitución de la telefonía rural redundarán igualmente en sus beneficios. Además de estas medidas destinadas a reactivar la demanda de infraestructuras y equipos, Piqué prometió ayer que este plan incluirá otros mecanismos de recuperación, como incentivos en función del éxito del mercado o ventajas fiscales a inversiones y desarrollos. Y más desde la base de la oferta y la demanda, el ministro anunció la promoción de un pacto de Estado entre todos los partidos con responsabilidades de Gobierno y agentes sociales para ampliar la investigación en I+D, con el objetivo de converger con Europa y conseguir la meta comunitaria fijada para 2010, fecha en la cual el 3% del PIB se debería destinar a investigación y desarrollo.