El Gobierno confía en que la subida de precios no rebase el 3% en primavera
El Gobierno entonó ayer el mea culpa respecto al comportamiento de los precios en el año 2002. El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, reconoció que la evolución de la inflación el año pasado no ha sido satisfactoria por cuanto el IPC acabó con un alza del 4%, el doble de lo previsto por el Ejecutivo, y muy por encima del crecimiento de la economía (el PIB creció un 1,8% hasta el tercer trimestre del año).
De Guindos admitió que en la subida del IPC incidió el efecto redondeo de los precios con la llegada del euro (el Banco de España lo cifra en torno a cuatro décimas de IPC) y el encarecimiento de los productos energéticos.
A ello se suma la subida de impuestos indirectos (entre los que figura la creación de un tributo nuevo, sobre venta minorista de carburantes) que efectuó el Ejecutivo el año pasado para garantizar el nuevo modelo de financiación comunitaria que, en opinión de De Guindos, generó en 2002 cuatro o cinco décimas adicionales de inflación.
El secretario de Estado de Economía recordó que el control de los precios es objetivo de todos, no sólo del Gobierno, en clara referencia a la negociación salarial para este año y a las subidas de márgenes empresariales, en algunos sectores ligados a los servicios. Recordó que el Ejecutivo está pendiente de un informe del Tribunal de Defensa de la Competencia sobre la evolución de los precios en el comercio, que servirá de base para tomar medidas que atajen la subida de precios.
De cara a los próximos meses, De Guindos quiso ser optimista. A su juicio, la inflación se frenará en los próximos meses, hasta un nivel cercano al 3%, con la llegada de la primavera, y seguirá una senda descendente hasta el objetivo del 2%. Como mayor incertidumbre destacó la evolución de la cotización del petróleo, ante un escenario de conflicto bélico. No obstante, el precio del crudo debería situarse, a su juicio, en un precio medio de 25 dólares el barril una vez descontados los riesgos geopolíticos.
Las estimaciones del Gobierno no son creíbles para la oposición y gran parte de los agentes sociales. UGT, CC OO, CiU y PSOE recordaron ayer al Ejecutivo que lleva muchos años con previsiones que no se han cumplido y pidieron un plan urgente de lucha contra la inflación.