Xfera reduce más plantilla y gastos pese al pacto con Piqué para reactivar el proyecto
El Ministerio de Ciencia y Tecnología mira con suspicacia las decisiones que han tomado los accionistas y la dirección de Xfera después del 26 de diciembre, fecha en que el titular de este departamento, Josep Piqué, y las cuatro operadoras de móvil llegaron al acuerdo para relanzar la puesta en servicio del UMTS.
En estas semanas y coincidiendo con el final de 2002, la dirección de Xfera ha reducido más su plantilla, ha cerrado una de sus sedes y no ha realizado movimientos para retomar los contratos con los suministradores de su red, Ericsson y Nortel. Es más, las declaraciones públicas de sus directivos, sin desdecir formalmente lo pactado con el ministerio, ponen en cuarentena los términos del acuerdo.
Fuentes de la alta dirección de la compañía han declarado a este diario que en ningún caso Xfera podrá dar servicio 'hasta bien avanzado el ejercicio de 2004' y condiciona el lanzamiento a que 'la tecnología esté disponible y el proyecto sea viable económicamente'. Estas fuentes afirman que el pacto con Piqué contempla esta cláusula.
Por su parte, un portavoz oficial de la empresa reconoció la importancia de la reducción de avales, pero asegura que lo trascendental está por llegar. 'Veremos lo que da de sí la renegociación de las condiciones de la licencia. Entretanto, ni fijaremos fecha para el lanzamiento del servicio ni retomaremos los contratos con los suministradores. Además, seguiremos con nuestra política de reducción de gastos', señala.
Josep Piqué aseguró el pasado 26 de diciembre que discutiría con cada una de las operadoras las nuevas condiciones que regirán para las licencias y que incluirán cambios tan vitales como la cobertura y la posibilidad de compartir redes.
Sorpresa en el ministerio
La postura de Xfera ha causado sorpresa en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, donde se recuerda que la telefónica ha firmado hace tres semanas un compromiso con la Administración en el que, a cambio de una rebaja sustancial de los avales, se compromete a invertir 135 millones de euros este año y algo menos del doble en el siguiente. El objetivo de estos desembolsos es tener actividad comercial en 2004, pero también prestar servicios experimentales en 2003.
El equipo de Piqué cree que Xfera tuvo su oportunidad en diciembre para negociar con la Administración una buena salida, si su intención era no dar servicio. Ahora, con la palabra de Piqué comprometida, los incumplimientos se pagarán con la retención de los avales.
La postura mantenida por Xfera en las últimas semanas -firmando un compromiso de reactivación con el ministerio, pero declarando que no operará hasta 2004, como pronto- se explica, según fuentes cercanas a la compañía, por los diferentes intereses de los accionistas. Unos quieren sanear de sus cuentas la pesada carga del UMTS y abandonar el proyecto y otros buscan un socio que dé viabilidad a Xfera.
En este contexto se inscribirían los tanteos que algunos socios de la operadora han mantenido con el conglomerado chino Hutchison Whampoa, que las fuentes directivas de la empresa antes mencionadas niegan.
Esta compañía se ha hecho fuerte en el móvil europeo a través de la compra de licencias UMTS. Junto a Vodafone, es una de las pocas multinacionales que mantienen intacta su apuesta por esta tecnología. En España, sin embargo, no tiene presencia de ningún tipo.
Actividad bajo mínimos
La exigua plantilla de Xfera, reducida de 650 personas en sus momentos de máxima actividad a menos de 30 en la actualidad, ha vuelto a vivir a final de año un nuevo goteo de bajas. La empresa, además, ha seguido adelante con su plan de reducción de sedes, confirmando el cierre de una de las dos plantas que tenía en un edificio madrileño, y con la práctica eliminación de todas las delegaciones territoriales.
Las fuentes directivas antes citadas justifican las nuevas bajas en 'la prórroga del expediente de regulación de empleo a que obliga la demora en la puesta en marcha del negocio'.
En los dos últimos meses han salido de la compañía dos altos directivos con dirección a empresas competidoras; el director comercial, Juan Vindel, con destino a Uni2, y el director técnico, Luis Ramírez, que trabaja ya en Auna. Ambos han debido de pagar las penalizaciones que recogía su contrato en caso de que abandonaran Xfera de forma unilateral.
Fuentes cercanas a los fabricantes que en su día contrató la empresa para desplegar su red, Ericsson y Nortel, aseguran que los proyectos de suministro están paralizados y desmantelados los equipos formados para llevarlos adelante.
Diferentes posturas entre los accionistas
El compromiso de los accionistas juega un papel muy importante en el plazo de la descongelación de Xfera. La cuarta licenciataria de una concesión de UMTS es la única que no ha pagado la tasa por uso del espectro referida a 2001 y no lo ha hecho, según han reconocido fuentes cercanas a la compañía, porque habría que hacer una ampliación de capital específica para abonarla y no existe la seguridad de que todos los accionistas estén dispuestos a desembolsar su parte proporcional. El mismo problema se plantea ahora que Xfera se ha comprometido con Piqué a retomar su plan de inversiones y a desembolsar 135 millones este año. Estas inversiones obligarán a los accionistas a poner las cartas boca arriba y su perspectiva ha provocado diversos movimientos y tanteos entre los socios. Fuentes de los accionistas identifican dos bandos entre los inversores de Xfera, unos más proclives a la permanencia y a la apuesta por el proyecto, y otros más reticentes. Entre los primeros, estas fuentes sitúan a Vivendi y Acesa, mientras que ACS, Sonera y Mercapital estarían entre los segundos. La inclusión de Vivendi entre los socios comprometidos con el proyecto se produce tras la compra de la francesa Cegetel, aunque las mismas fuentes descartan que tenga una actitud compradora. La misma postura sirve para Acesa, satisfecha con su posición, pero reticente a aumentarla. Pese a que ACS desmiente tener ningún interés en salir de Xfera, fuentes de otros accionistas aseguran que habrá cambios en el capital en los próximos meses y que la constructora y Sonera serían los protagonistas. Mercapital ya ha reducido su participación, porque de su paquete han salido las acciones que la familia Benjumea ha traspasado a Abengoa. También queda por resolver el futuro del 7% que todavía está en manos de Mannesmann y que está en proceso de arbitraje en un tribunal de Londres.