Los ositos de Tous viajan de Manresa a Tokio
Japón fue la primera experiencia internacional. El ensayo de lo que iba a ser la aventura de expansión de la empresa familiar catalana cuyo germen, un taller de reparación de relojes, no tardó en convertirse en una joyería. En 1994 España empezó a quedarse pequeña para Tous. Ya tenían más de medio centenar de tiendas y el crecimiento, que hasta entonces había sido importante, comenzaba a hacerse más difícil. Fue entonces cuando decidieron dar el paso e instalar su primera tienda en Tokio. La experiencia fue tan buena que en 2001 la expansión internacional de Tous se aceleró notablemente.
Hace apenas dos meses la empresa catalana inauguró en Miami la que, hasta el momento, es su última apertura fuera de España. Jordi Queralt, director de exportaciones de la empresa asegura que, en pocos meses, abrirán una segunda tienda en esa ciudad estadounidense.
En la actualidad, Tous dispone de 22 puntos de venta internacionales repartidos en puntos tan distantes como Japón o Venezuela, pasando por Alemania, Portugal, México, Puerto Rico, República Dominicana, Guatemala o Andorra. La mayoría de las tiendas que Tous tiene fuera de España se explotan conjuntamente con socios locales en régimen de franquicia. La facturación internacional de la empresa fue de 12.020,34 millones de euros el año pasado, lo que representa un 17% del total de ventas, con la previsión de superar el 20% durante este año. Eso sí, la empresa no olvida su intención de seguir creciendo en España. Durante este año cinco nuevos establecimientos se unirán a los 70 ya existentes, algunos de ellos propios y otros, la mayoría, también en régimen de franquicia.
Tous nació en Manresa, una localidad cercana a Barcelona, en 1920. Pero no fue hasta la década de los sesenta, cuando se incorpora la segunda generación de la empresa familiar, cuando se convierte en un negocio importante. Salvador Tous y su mujer, Rosa Oriol, dieron un giro a la joyería. Comenzaron a diseñar piezas únicas para sus clientes. Tuvieron tanto éxito que ya en 1967 la empresa controlaba el 100% de la producción y comercialización propia.
Diversificación
En 1995 la empresa había conseguido que la marca comenzara a ser notoria. Eso les permitió ampliar la estrategia del negocio y diversificar su línea de productos que complementan el tradicional de las joyas. Primero llegaron los bolsos y más tarde la pequeña marroquinería, guantes, echarpes, paraguas o gafas. También comercializa colonia, perfume, desodorante, crema hidratante y hasta vajilla, pasando por bolígrafos, plumas y zapatos, y muy pronto también maletas de viaje.
Durante el último ejercicio Tous facturó 36.067,73 millones de euros y produjo 700.000 piezas, de las cuales el 60% es plata.
El símbolo que identifica a la compañía
Hacerse con una marca y machacar un nombre han sido los dos aspectos fundamentales utilizados por los gestores de Tous para conseguir situarse entre las primeras marcas de joyería, tener abiertas en España cerca de 70 tiendas y estar presente en una decena de países. Pero, sin duda, una de las grandes bazas de la compañía fue el diseño de un osito que ideó Rosa Tous en 1985. A partir de ese momento el osito se convirtió en el elemento identificador de la marca y en la actualidad está presente como elemento casi indispensable en muchas de las creaciones de la empresa de joyería. Actualmente, el osito, que nació junto a toda una colección de joyas denominada sweet dolls y compuesta por una casita, un elefante, un caballo, una estrella, un coche, una flor y un tulipán, sigue siendo la estrella de Tous y representa el 40% de las ventas totales de la compañía.