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Perspectivas

Los analistas prevén un impacto limitado en Bolsa si hay guerra

Sólo si un ataque a Irak cambiara la situación económica actual (tasas modestas de crecimiento económico e inflación cercana a cero) sería posible una aguda y sostenida caída en los precios de las acciones'. Así resumen los analistas de UBS Warburg el mayor peligro que un conflicto en Irak supondría para las Bolsas.

Esta firma de inversión se remite a otros conflictos para respaldar su tesis de impacto limitado. 'Confrontaciones, o incluso guerras, son difícilmente suficientes para romper la tendencia de los mercados en el largo plazo', dicen.

Por ello, citan cinco crisis anteriores, como fueron la guerra de Corea, en 1950; la crisis de los misiles, en 1962; la guerra de Vietnam, entre 1964 y 1965; la guerra de Yom Kippur, entre 1973 y 1974, y la guerra del Golfo, entre 1990 y 1991. 'La historia dice que la reacción de los mercados a una crisis mundial varía considerablemente. Pero la clave de la reacción está en el entorno económico en el que el conflicto se produce'.

La posibilidad de que la contienda se alargue en el tiempo es el factor de inestabilidad más importante que advierten en Salomon Smith Barney. 'Si la situación se estancara y se convirtiera en un conflicto indeciso y prolongado, indudablemente sería malo para los mercados de valores y, más probablemente, para la economía, ya que los consumidores se preocuparían por la dirección e impacto de la guerra', decía ya en septiembre este banco de inversión.

En caso de que se produzca un ataque 'corto y decisivo', similar a la operación Tormenta del Desierto en 1991 supondría 'un alivio para las Bolsas', señalan estos analistas.

El efecto de la guerra en la confianza económica también es destacado por Citigroup. 'Un hecho excepcional (como es la guerra ahora o fueron los atentados terroristas o las irregularidades contables en los últimos dos años) tiene un impacto directo en la confianza de los agentes económicos. Un factor emocional, siempre muy complicado de analizar', indica José Luis Martínez, economista de esta firma.

Alza del crudo

Este analista destaca asimismo el impacto en el mercado de crudo. Martínez estima que un alza de 10 dólares en el barril de petróleo puede traducirse en un descenso del crecimiento de 0,2 puntos en la zona euro y Estados Unidos, casi el doble en Japón. También este aumento en los precios del petróleo se puede traducir en un aumento de los precios de consumo de entre 0,4 puntos en Estados Unidos y 0,5 puntos en la zona euro y Japón, afirma Martínez.

En este sentido, Salomon recuerda que en los últimos 30 años, fuertes repuntes de precio del crudo han provocado contracciones en la economía de EE UU. Ocurrió así en el embargo de Arabia Saudí de finales de 1973; la caída del sah de Irán en 1979 y la invasión de Kuwait en 1990.

Sin embargo, UBS considera que un boicot de petróleo, como el ocurrido en 1973, es muy poco probable. 'Cualquier invasión por parte de EE UU sería aprobada por la ONU, o si no, implicaría una coalición de varios países, incluidos algunos de la liga árabe, como Arabia Saudí' Además, el banco destaca que la industria está preparada para operar 'eficientemente con el crudo en niveles de 30 y 40 dólares por barril'.

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