Los fondos inmobiliarios y de mercados emergentes, los mejores de 2002
Los mercados emergentes, en especial los de Europa del Este, y las compañías inmobiliarias han sido dos de los principales escenarios en los que los fondos de inversión españoles se han ganado la vida durante el año pasado. Apenas una docena de fondos ha logrado cerrar 2002 con rentabilidades positivas de dos dígitos. El fondo más rentable del año, el CAM Global, de la gestora de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, es un fondo global que ha obtenido un 16% de ganancia en el año.
Un emergente especializado en Europa del Este, de Société Générale, y un inmobiliario, de la gestora del Banco Popular, han logrado también destacadas ganancias, por encima del 10%. En el grupo de renta variable española, Bestinver, con dos fondos, ha sido líder indiscutible, con ganancias del 8% gracias a su apuesta por las compañías de media y baja capitalización en un año en el que el Ibex 35 cerró con una pérdida superior al 28%.
El ejercicio de 2002 ha sido el peor para los inversores en fondos de inversión desde hace mucho tiempo, ya que las pérdidas en el medio millar de fondos de renta variable de todas las categorías han superado por lo general el 20% y en algunos casos el 40%. Sólo los fondos de renta fija, en los que sin embargo se concentra la mayor parte del patrimonio de los fondos, han logrado cerrar el año con beneficios, aunque modestos. Gracias a ello, la mayor parte del patrimonio de los inversores ha logrado eludir las pérdidas, apostando por las inversiones defensivas pero de baja calidad en cuanto a rentabilidad.
Los gestores de fondos españoles van a tener que medirse en igualdad de condiciones a partir de este mismo mes a los grandes gestores internacionales, cuya presencia en España es ya masiva. Los inversores podrán seleccionar a partir de esta misma semana entre los cerca de 6.000 compartimentos de fondos extranjeros y los 2.400 fondos de inversión domiciliados en España. La calidad de la gestión y los resultados serán los baremos para adoptar una buena decisión. A juzgar por los resultados de 2002, las diferencias entre domésticos y foráneos no es para tomar decisiones precipitadas.