Socios de vuelo en EE UU
Las atribuladas compañías aéreas estadounidenses continúan teniendo una hemorragia de pérdidas alarmante. Tras perder 7.000 millones de dólares en 2001, esperan cerrar el año con pérdidas de 9.000 millones en 2002, el año en que dos de ellas, United Airlines y US Airways, entraron en suspensión de pagos. Con una guerra en el horizonte y la economía mostrando una lánguida recuperación, no hay alivio a la vista.
El Congreso no dudó en ayudar a las aerolíneas en respuesta a los ataques terroristas en 2001, pero declinó correctamente aprobar un amplia ayuda. En una industria desregulada las compañías deben sufrir las consecuencias de sus errores. Sin embargo, la desregulación funciona recíprocamente.
El Congreso podría ayudar mucho a las empresas si levanta los límites proteccionistas que impiden la inversión extranjera en las aerolíneas con sede en Estados Unidos. Empresarios como Richard Branson, fundador de Virgin Atlantic, deben ser animados a hacer negocios en Estados Unidos, no se les debe disuadir.
Y si una empresa global como la alemana Lufthansa quiere ayudar a United Airlines, mucho mejor (...).
La asunción del nuevo Gobierno en Brasil
El nuevo Gobierno da una importancia decisiva a la situación del subcontinente y a la influencia que la misma puede tener en la economía y las cuestiones estratégicas de Brasil. A su vez, dado que ese país tiene la economía y el Estado más poderosos de la región, sus rumbos tendrán una gran influencia para América Latina. Lula ya dio a conocer la importancia que otorga al Mercosur y a su papel en las negociaciones por la liberalización comercial continental.