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Urquijo Bolsa
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El segundo trimestre será el más fuerte del año

Los expertos de Urquijo Bolsa esperan que la Bolsa anticipe la mejora de la economía y manejan una banda de 6.800 a 7.500 puntos como objetivo de Ibex para 2003. Los analistas de Safei apuestan por las 'telecos' para todo el año

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os analistas de Urquijo Bolsa prevén un perfil ascendente de crecimiento económico en 2003 y, consecuentemente, en los resultados empresariales. 'Esto es muy importante, dado que tradicionalmente la Bolsa suele actuar como indicador adelantado y, por tanto, los periodos alcistas se corresponden con los inicios de la recuperación económica más que cuando la economía ha cambiado claramente de ciclo', explican. Urquijo Bolsa maneja tres escenarios posibles: pesimista, central y optimista.

Su escenario central, al que otorgan la probabilidad más alta, contempla un crecimiento global moderado, con una primera parte del año aún complicada y una aceleración paulatina de la actividad en el segundo semestre. En ese contexto, el inicio de 2003 en Bolsa puede venir marcado por el buen comportamiento del cuarto trimestre de 2002 y por ciertas incertidumbres que aún subsisten y pueden generar volatilidad en el corto plazo. 'Por eso, creemos que la estructura de las carteras debería estar posicionada de manera bastante neutral a comienzos de ejercicio para ir ganando agresividad a medida que se confirme la recuperación económica global'.

En ese momento, se producirá un cambio de sentimiento en el mercado, tendente a aumentar el peso de la renta variable en las carteras. A nivel sectorial se debería tender a infraponderar los sectores defensivos (consumo no cíclico, utilities y farmacia) y a sobreponderar los sectores cíclicos (materiales, industriales, consumo cíclico, financiero). Hay una excepción: 'No haríamos una apuesta agresiva en dos sectores considerados tradicionalmente de crecimiento (telecomunicaciones y tecnología) porque creemos que aún representan apuestas de excesivo riesgo, a jugar sólo en un contexto de recuperación económica sólida', explican.

Dentro de cada sector, y después de las tormentas de los dos últimos ejercicios, los expertos de Urquijo Bolsa creen que el mercado seguirá favoreciendo, sobre todo inicialmente, a las compañías con modelos de negocio simples, con preferencia por crecimientos orgánicos frente al de adquisiciones, con rentabilidad por dividendo estable y creciente (históricamente, dos tercios de la rentabilidad en el largo plazo provienen de los dividendos, apuntan) y con valoraciones atractivas según las ratios tradicionales.

Las principales apuestas de su cartera modelo para el arranque del año están en construcción, un sector cuyos ingresos están protegidos por el plan de infraestructuras y en el cual el valor favorito de Urquijo Bolsa es ACS; en eléctricas, con Iberdrola y Fenosa a la cabeza, por posibles movimientos corporativos y un entorno regulatorio más favorable, y en Acerinox, por su posición de liderazgo en el sector y su carácter cíclico que le permitirá ser el primero en beneficiarse de la recuperación.

En el escenario más probable, el beneficio por acción de las empresas del Ibex crecería un 12% (ajustado por las provisiones extraordinarias de Telefónica). Los diferentes métodos de valoración utilizados detectan cierta infravaloración. En general la valoración parece relativamente ajustada en términos absolutos (precio sobre beneficios o sobre cash flows), pero gana atractivo si se mide en términos relativos, tomando en cuenta la prima de riesgo y la rentabilidad de los bonos. 'En nuestro escenario central, obtendríamos una valoración objetiva para el Ibex 35 entre 6.800 y 7.500 puntos, que nos puede servir como referencia objetivo para 2003. Aunque eso no implica un panorama fuertemente alcista para la Bolsa en 2003, sí creemos que la renta variable presenta un atractivo mayor que el de los bonos tras tres ejercicios consecutivos de peor comportamiento relativo. Pensamos que a pesar de que aún quedan incertidumbres latentes, ya hemos dejado atrás lo peor y que, salvo que entremos en un panorama recesivo a nivel macroeconómico, el mercado habría marcado mínimos en octubre de 2002', concluye Javier Serrano, director de análisis de Urquijo Bolsa.

En cuanto al pulso temporal de la Bolsa, los analistas esperan que los mercados sigan digiriendo en los primeros meses de este año la recuperación del último trimestre de 2002. Persistirán dudas sobre la recuperación y la alta volatilidad seguirá presente en el mercado. El segundo trimestre será el mejor del año porque las señales macroeconómicas deberían ser ya visiblemente positivas y alejar el fantasma de la doble recesión, lo que debería favorecer el sentimiento inversor hacia la renta variable. Además, la publicación de resultados del primer trimestre será positiva, en parte por el efecto calendario. Tras la subida del segundo trimestre, Urquijo Bolsa espera una evolución más suave e incluso lateral bajista, una vez reducidos los descuentos a que cotizan las acciones. Sólo en el escenario optimista de un crecimiento económico más vigoroso persistiría la bonanza bursátil. Eso sí, ese calendario no incluye el factor de la posible guerra con Irak. Una intervención rápida y exitosa reduciría la prima de riesgo y tendría un impacto positivo en Bolsa, lo mismo que una solución diplomática. En cambio, un enquistamiento del conflicto bélico incrementaría la probabilidad de una recesión y perjudicaría a la renta variable.

Persisten como factores de riesgo la efectividad de la política económica, las revisiones a la baja en las previsiones de beneficios empresariales, los riesgos geopolíticos (conflicto con Irak), los escándalos corporativos e irregularidades contables, la crisis de los mercados emergentes y la desconfianza del inversor final. Urquijo Bolsa, sin embargo, subraya que esas incertidumbres son ya 'viejas conocidas' de los mercados: 'Previsiblemente seguirán aportando algo de volatilidad, sobre todo en el muy corto plazo, pero en prácticamente todas ellas nos queda la sensación de que lo peor ha sido ya dejado atrás y que deberían tender a atenuarse paulatinamente'.

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