Lula desvía a gastos sociales una partida de 760 millones de dólares destinada a Defensa
El nuevo Gobierno brasileño anunció ayer que aplazará hasta 2004 una licitación para comprar 12 aviones cazabombarderos de la Fuerza Aérea por un valor de 760 millones de dólares (más de 730 millones de euros). El Ejecutivo destinará ese dinero para financiar proyectos sociales.
La decisión anunciada por el ministro de Defensa, José Viegas, supone la primera medida concreta del presidente Luiz Inácio Lula da Silva para cumplir los objetivos sociales anunciados en su investidura. El ministro de Hacienda, Antonio Palocci, ha anunciado que las prioridades del Gobierno serán la reducción del gasto público y el control de la inflación.
El año pasado estuvo marcados por la intensa apuesta del mercado contra la candidatura presidencial de Lula. A pesar de ello, el ex tornero terminó arrasando en las elecciones de octubre. Su compromiso de respetar todas las obligaciones en materia de deuda del país ha extendido el optimismo entre los inversores. El dólar ha pasado de cotizar a 3,9 reales en octubre a venderse ahora por 3,4 monedas brasileñas, cayendo por primera vez en un semana por debajo de los 3,5 reales.
La primera reunión del nuevo gabinete, que juró el cargo el pasado 1 de enero, fue saludada por la Bolsa de São Paulo con un alza del 1,4%. Los inversores han decidido dar un voto de confianza al equipo económico de Lula. Palocci prometió el pasado jueves que hará 'lo que sea necesario' para mantener la deuda pública en el entorno actual de los 322.000 millones de dólares (310.000 millones de euros).
Aparte de la austeridad fiscal, Lula no olvida las esperanzas puestas por los millones de pobres que habitan el país. El Ministerio de Defensa explicó que el presidente consideraba 'demasiado elevado' el gasto previsto para los cazabombarderos.
La licitación suspendida se arrastra desde 1998 y estaba previsto que concluyese en el primer trimestre del año. Varias empresas se habían interesado por la propuesta. Entre ellas figuraban la estadounidense Lockheed Martin y el consorcio europeo SAAB-Bae Sistems.