Los candidatos necesitarán más de 20 años para converger con la UE
La característica más singular de la próxima ampliación de la Unión Europea a 10 países de la Europa Central y del Este es la falta de convergencia real respecto a la media comunitaria.
Esta gran divergencia, que se evidencia en el elevado diferencial de renta per cápita de estos países con los Estados miembros, no se acortará hasta transcurridas incluso varias décadas después de su entrada en la UE, que se producirá en 2004.
De hecho, según los datos publicados ayer en el último boletín del Banco de España, que maneja cifras del Banco Central Europeo, serán necesarios alrededor de 20 años para que se produzca dicha convergencia.
En concreto, el Banco de España asegura que si los actuales países candidatos creciesen un 5% anual en términos reales, tasa superior a su media histórica, y la UE lo hiciese a un 2,5%, tardarían, de media, entre 15 y 20 años en alcanzar los niveles de producto interior bruto (PIB) per cápita que tenían Grecia, Portugal y España de media en el momento de su adhesión en 1986.
Por aquel entonces, España y Portugal no llegaban al 70% del nivel de convergencia con respecto a Europa y Grecia apenas superaba el 60%. En la actualidad, con cifras de 2001, la renta per cápita en términos de paridad de poder adquisitivo oscila desde el 25% de la media de la UE en el caso de Rumania hasta el 70% y el 80% de los casos de Eslovenia y Chipre, respectivamente.
El informe del Banco de España califica de 'modestos' los avances registrados en el campo de la convergencia real, ya que en los último años apenas se ha reducido el citado diferencial de renta per cápita. Por el contrario, ensalza que los países candidatos 'han hecho progresos significativos' en el terreno de la convergencia nominal, especialmente en materia de inflación y, en menor medida, de consolidación fiscal. Por ello, confía en que la convergencia nominal contribuya a acelerar la real.