Los analistas pronosticaron subidas hasta del 40% para la Bolsa española en 2002
Los analistas han vuelto a errar en sus cálculos. A falta del cierre de hoy, el Ibex pierde un 27,58% en 2002; será el tercer año consecutivo de pérdidas, un registro que no había sido visto en la historia del índice. A pesar del mal dato, lo cierto es que vuelve a ser el índice europeo con menos pérdidas. Alemania, Francia, Italia van a concluir con recortes que superan el 30%.
Pero la cifra está muy lejos de lo que en un principio pensaban los analistas. De acuerdo a los primeros análisis que se emitieron, el Ibex sería capaz de alcanzar una revalorización entre el 7,17% que estimó Schroder Salomon y el 40% de Gaesco Bolsa. Los errores han sido cometidos por todas las firmas de inversión tanto nacionales como extrajeras. Algunas que no figuran en el cuadro, como Morgan Stanley, pronosticaba una recuperación media en las Bolsas europeas en 2002 del orden del 20%. ABN Amro, por su parte, esperaba que el Banco Central Europeo aprobara un recorte en los tipos de interés de 75 puntos durante el primer semestre del ejercicio y Credit Suisse First Boston pronosticaba una revalorización para el Standard & Poor's del 20%, cuando el índice estadounidense pierde más de un 23%.
El optimismo era generalizado y la creencia de que lo peor había pasado también. Se recomendaba prudencia para el primer trimestre, había ciertas dudas que se centraban principalmente en los riesgos geopolíticos y el crecimiento de los beneficios empresariales, pero para los meses sucesivos la apuesta por la renta variable era clara.
Sin embargo, la realidad no respondió a las expectativas. Los índices europeos han estado en una constante bajada a lo largo del ejercicio. El Ibex, por ejemplo, llegó a alcanzar una revalorización del 1,87%, frente a una media del 0,70% del Euro Stoxx. Precisamente, los escasos tirones que han experimentado los mercados han venido de la mano de aquellas compañías más penalizadas en los últimos dos años; las de alto crecimiento englobadas en las TMT (tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones). Es más, las principales apuestas en las carteras de inversión para 2002 se centraban precisamente en estos sectores Y éstos pierden un 57%, un 47% y un 39%, respectivamente.
Lastre para las Bolsas
Han sido muchos los factores con los que no contaban los expertos y que han sido un verdadero lastre para las Bolsas. Los fraudes contables, la crisis económica de EE UU, la tensión bélica con Irak, la crisis argentina y Brasil y un recorte de los beneficios empresariales más alto de lo que se esperaba fueron determinantes en la evolución de las empresas.
Jordi Falgueras, de Gaesco Bolsa, comenta que las previsiones no se han cumplido principalmente por dos motivos. 'Primero, porque se ha producido una desviación en términos de economía real y, segundo, porque han aparecido elementos económicos y geopolíticos que han provocado una apreciación del riesgo muy superior a lo previsto'.
Gaesco Bolsa fue una de las firmas más optimistas a finales del año pasado a la hora de hacer pronósticos para 2002. Los problemas que fueron surgiendo después obligó a los expertos ha revisar una y otra vez sus análisis. 'Fuimos recortando el objetivo del Ibex hasta 9.875 puntos ligándolo a la evolución a la baja de los beneficios empresariales. Pero los más de 3.000 puntos que restan hasta los niveles actuales se debe al retraso de la recuperación económica, que vino provocada por los atentados, los problemas contables, la presión de los resultados y las quiebras encubiertas'.
Joan Bonet, de Credit Suisse, explica que la pérdida de confianza ha sido uno de las claves. 'La demanda ha caído y, por tanto, los beneficios empresariales', dice. Coincide también en que una recuperación económica lenta y los problemas con Irak jugaron en contra de los mercados internacionales.
Firmas de EE UU evitan hacer previsiones
Con las expectativas creadas en torno a las Bolsas estadounidenses ha ocurrido lo mismo que con las europeas. Según recoge Bloomberg, seis firmas de inversión renunciaron hace meses a publicar objetivos para finales de año; tan sólo se centraron en realizar análisis a más largo tiempo (de 12 meses) o simplemente pronosticar precios objetivos sin especificar el tiempo en el que deberán alcanzarse. Los desaciertos o el elevado optimismo de algunos de los analistas ha provocado durante este tiempo incluso el despido de algunos de ellos. Ed Kerschner, de UBS Warburg, era el que mejor informe emitió a principios de año. Este experto llegó a establecer un objetivo para el Standard & Poor's de 1.570 puntos; suponía un avance del 37%. En julio, este estratega dejo de hacer pronósticos para realizar simplemente una valoración justa del mercado. Actualmente, el analista recomienda a los inversores que depositen un 89% de los activos en acciones y un 11% en bonos. Han sido pocos los que han acertado, pero también los ha habido. Cliggott, anunció una crisis bursátil a comienzos de 2000, tal y como ocurrió. También dijo que el S&P bajaría un 17% este año hasta 950 puntos. Según ha recogido Bloomberg en su encuesta, para algunos inversores rebajar los objetivos de los índices puede compararse con el recorte de las recomendaciones de los analistas a vender ante un informe de resultados decepcionantes en una compañía.