El Gobierno valenciano pidió 578 millones a los bancos para cuadrar 2001
El Gobierno valenciano, presidido en 2001 por el actual ministro de trabajo Eduardo Zaplana, cuadró las cuentas de ese año gracias a préstamos bancarios no previstos en el Presupuesto de ingresos por un total de 578,26 millones de euros. Así se desprende del informe que el Síndico de Cuentas -equivalente al Tribunal de Cuentas estatal- entregó ayer en las Cortes Valencianas. El informe dice que la sindicatura 'no ha dispuesto de información que le haya permitido comprobar' si ese endeudamiento respeta los límites autorizados por el Gobierno central.
El síndico revela que, como todos los años, el consejero de Economía, Vicente Rambla, se dejó en el cajón facturas de gastos por un total de 754,3 millones, que no fueron contabilizadas y que habrían elevado aún más el déficit presupuestario. A esa cifra habría que restarle 269,49 millones de gastos de 2000, que tampoco fueron contabilizados en ese año y se reconocieron en 2001, así como derechos de cobro por 52,76 millones que no fueron debidamente contabilizados. El síndico reconoce la mejoría de la gestión en tesorería y en derechos pendientes de cobro de dudosa realización, que han descendido.
Por otro lado, la Generalitat hizo coincidir ayer la publicación del informe con el anuncio de modificaciones que afectan al 5,5% del Presupuesto de 2002, 461 millones de euros. La mayoría son recortes en el capítulo de inversiones para destinarlas a gasto corriente, como se hizo en 2001, según el síndico.