Los fondos ganan con el nuevo IRPF
No está siendo éste un buen año para la inversión colectiva. Los fondos de inversión siguen perdiendo patrimonio, afectados por la desvalorización de las carteras, al hilo de la acusada caída de los mercados de valores. Los inversores, ante este negro panorama, han optado por productos de corte conservador y se han dirigido mayoritariamente hacia los Fiamm.
No todo son penas, sin embargo. El partícipe tiene motivos para alegrarse, pues a partir del año que viene el traspaso de un fondo a otro queda exento de tributar.
Con la mirada puesta en la reforma del IRPF y en el fin del año fiscal, al inversor en fondos le interesa esperar a 2003 para realizar traspasos y cambiar de producto. Al tiempo, debe analizar las ventajas de aflorar ahora las pérdidas acumuladas. El objetivo, ajustar al máximo la declaración de la renta que se presentará en mayo y junio próximos. Las posibles comisiones de reembolso son otro frente que no hay que perder de vista.
Por invertir en un fondo y mantenerlo no hay que pagar el IRPF (salvo si se es partícipe del único fondo de reparto de España). Es al recuperar el capital invertido cuando se dan alteraciones de patrimonio que sí tributan.
Si al reembolsar este capital se obtiene una ganancia generada en más de un año, se paga el 18% en el IRPF. Un porcentaje que pasará a ser del 15% desde el 1 de enero de 2003. Si la plusvalía se genera en menos de un año, se paga el tipo marginal del contribuyente, cuyo máximo puede ser el 48% y que el año que viene será del 45%. Esta rebaja hace que el consejo no pueda ser otro que esperar a 2003 para aflorar plusvalías.
Si no se puede esperar, habrá que ver cuál es la composición de la cartera del inversor para evaluar la posibilidad de materializar otras pérdidas que compensen esta ganancia inaplazable. Si se tiene algún segurfondo y acumula pérdidas puede ser la mejor opción, ya que inmediatamente después de materializar la pérdida se puede reinvertir sin el castigo de las normas antiaplicación.
Si al recuperar este dinero invertido en fondos la intención es depositarlo en otro fondo y no disponer del dinero, también puede ser mejor esperar a 2003 para realizar este traspaso.
Estas operaciones dejarán de gravarse bajo el nuevo IRPF. Pero el inversor debe tener presente las previsibles subidas en las comisiones de salida que las gestoras podrían empezar a aplicar (aunque, en estos casos, se da un plazo de un mes para que el inversor pueda abandonar el fondo sin penalización).
Cuando la inversión en fondos acumula pérdidas, puede interesar materializarlas, y más ahora que el próximo año, porque van a compensar rentas positivas en este momento sometidas a un gravamen mayor que el año que viene. En este sentido, las pérdidas a menos de un año son las más interesantes porque reducen rentas que se someten al tipo marginal del contribuyente en la parte general del impuesto. Además, siempre va a haber rentas en esta parte, ya que es donde se declaran los salarios. En el caso de las pérdidas a más de un año, también puede interesar materializarlas ahora siempre que tengan plusvalías, también a más de un año, con las que se compensen.
Al calcular las ganancias por la venta de fondos a más de un año hay que tener en cuenta el régimen transitorio todavía vigente. Este sistema permite reducir las plusvalías generadas por fondos comprados antes del 31 de diciembre de 1996. Estos coeficientes reductores nunca se aplican a las minusvalías.