La debilidad de los datos económicos y las previsiones empresariales castigan la Bolsa
El Ibex se dejó un 1,77% y retrocedió hasta los 6.155 puntos. El descenso de los índices estadounidenses en el periodo de coincidencia operativa, cerca del 3% perdía el Nasdaq al cierre de las plazas del Viejo Continente, aceleró las caídas.
En la Bolsa española, los grandes valores fueron los principales lastres. Telefónica, cuya cotización fue suspendida por el anuncio de un dividendo, perdió en el reinicio de la actividad bursátil un 1,81%. En el sector bancario, retrocedieron el BBVA, un 2,83%, y el SCH, el 2,81%. Entre los tres valores restaron 72 puntos de los 110 que se dejó el índice.
La cifra de actividad fue algo inferior a la registrada la víspera, 1.903 millones negociados en el continuo, dato inflado por los 843 millones de aplicaciones.
En otras plazas europeas, las pérdidas fueron desde el 3,74% de Francfort hasta el 1,95% de París. Tecnológicas, telecos y aseguradoras se situaron al frente de las caídas.
Las cifras económicas publicadas continuaron mostrando ambigüedad. El dato más representativo de ayer en la zona euro fue el de confianza empresarial en Alemania, que retrocedió menos de lo esperado por los analistas. El índice IFO bajó hasta 87,1 puntos, frente los 87,3 de noviembre. Aun así, es la séptima caída consecutiva. El IPC de la región, por su lado, cayó una décima.
Alza de tipos en Brasil
'La economía está todavía oscilando en torno al nivel más bajo', explican los analistas de BNP Paribas. 'Esperamos que los principales indicadores continúen moviéndose a corto plazo en torno a ese suelo antes de iniciar una mejoría', indican estos expertos, que prevén que los inversores sopesen las noticias procedentes de Estados Unidos y la bajada de tipos de interés por parte del BCE con los riesgos que todavía se aprecian en la economía.
Añaden, desde Eurosafei, que 'una ralentización del consumo es, hoy por hoy, lo que desde el punto de vista fundamental estarían temiendo los inversores'.
En Brasil, el real recuperaba posiciones y alcanzaba las 3,5 unidades por dólar, después de que el banco central subiera los tipos un 3%, hasta el 25%, con el argumento del empeoramiento de la inflación en los últimos meses y la revisión a la alza de la previsión de precios para 2003.
Las noticias empresariales tampoco ofrecieron motivos para un excesivo optimismo. Conseco, aseguradora estadounidense con unos de 5.000 millones de dólares de deuda, declaró la suspensión de pagos, la tercera mayor en la historia de EE UU después de Enron y Worldcom. La noticia presionó al sector europeo, que retrocedió más del 2%.
Además, Micron Technology, el segundo mayor fabricante de microchips del mundo, anunció pérdidas mayores de lo esperado por la debilidad de las ventas. La noticia presionó a las firmas europeas del sector, como Infineon, y desencadenó descensos en todas las tecnológicas.
En el capítulo de renuncias, la más sonada fue la del consejero delegado de Vodafone, que anunció su marcha en julio de 2003. También el máximo responsable de la alemana Allianz dijo que dejará su puesto el próximo abril.
La tensión bélica entre Estados Unidos e Irak continúa siendo uno de los principales focos de incertidumbre en el contexto geopolítico. 'El precio del brent sigue siendo el principal baremo para comprobar la evolución del conflicto EE UU-Irak, en donde la Casa Blanca debe decidir esta semana si acepta la declaración de armamento entregada a la ONU. La situación en Venezuela, sin cambios', indican desde Eurosafei. El precio del crudo volvía a superar ayer los 28 dólares.
El miedo a la guerra, una penalización añadida
La prima de riesgo o penalización que para las Bolsas y el resto de los mercados financieros supone la amenaza de una guerra inminente entre Estados Unidos e Irak ha vuelto a planear en los últimos días después de la relajación experimentada en este sentido en octubre.Los expertos coinciden en la idea de que esta amenaza ya está descontada de manera parcial en los índices bursátiles, pero que resulta imposible de cuantificar. Por eso la volatilidad sube en exceso cuando las noticias se decantan de uno u otro lado. La última hora es que el Ejército estadounidense ha empezado a transmitir mensajes de radio a Irak en los que se insta a los soldados a reconocer que Sadam Husein los ha manchado y se acusa al gobernante de poner sus intereses por delante de los del Ejército iraquí. Unos 480.000 folletos, arrojados el martes alrededor del mediodía hora local en seis sitios diferentes, referían a los iraquíes a frecuencias de radio en donde podrían escuchar transmisiones estadounidenses que satanizan a Husein. Las transmisiones dicen que el líder iraquí usa a sus soldados como sus guardias personales y les recuerdan a los iraquíes que el gobernante ha atacado a su pueblo con armas químicas, según la página de Internet del comando central estadounidense. Aviones d la fuerza aérea estadounidense EC-130E Commando Solo han transmitido la programación desde el 12 de diciembre volando fuera del espacio iraquí. El ambiente se caldea.