Tarjeta roja contra la explotación de los niños
Un total de 246 millones de niños de todo el mundo -el equivalente a uno de cada seis- trabajan. De este triste colectivo, 180 millones -uno de cada ocho- o están expuestos a serios peligros o son demasiado jóvenes (73 millones tienen menos de diez años) y 8,4 millones están atrapados en la esclavitud, el tráfico de drogas, la servidumbre por deudas, la prostitución o la pornografía.
'No se trata de niños que realizan labores ocasionales sino que trabajan en plantaciones sin condiciones de seguridad, en fábricas sofocantes, en explotaciones mineras que son verdaderas trampas mortales y en otros sitios peligrosos. Pero lo más triste es que nunca podrán superar los efectos de esta situación', según el director adjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Kari Tapiola.
Para hacer frente a este creciente fenómeno, la OIT ha puesto en marcha una iniciativa denominada Tarjeta roja al trabajo infantil. En España, ha formado equipo con el Real Madrid Club de Fútbol, el Ministerio de Trabajo, la patronal CEOE y los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. La escenificación de la campaña correrá a cargo del Real Madrid, encargado de mostrar la cartulina en un acto que se celebrará hoy -Día Mundial del Fútbol- con motivo del partido para conmemorar el centenario del club y en el que el equipo madridista se enfrentará a una selección mundial. En una ceremonia previa al encuentro, los jugadores saltarán al césped acompañados por 22 niños que mostrarán las tarjetas. Se trata de aprovechar el tirón de un acontecimiento que será visto por un gran número de espectadores.
'La tarjeta roja al trabajo infantil es un símbolo inequívoco de la toma de conciencia sobre un problema que se ha venido produciendo durante los diez últimos años. En lugar del silencio que rodeaba el tema, hoy Gobiernos y sociedades reconocen que el trabajo priva a estos niños de la esperanza de una vida mejor', según Tapiola.
'No queremos un mundo con trabajo infantil que perpetúa la pobreza y la marginación social y hay que decirle ya basta', aseguró ayer el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana.
Pese a que la explotación está vinculada a la pobreza, el paro y la falta de oportunidades educativas, no se restringe a los países pobres, sino que no hay país ni región donde esté erradicado. Hoy, 2,5 millones de niños trabajan en las economías desarrolladas y otro tanto en economías en transición, como los antiguos Estados soviéticos. El 70% se dedica a la agricultura, caza y pesca, y el 30% restante, a las manufacturas, la venta, el turismo y las labores domésticas.