El Gobierno insiste en lograr el déficit cero pese a las ayudas por el 'Prestige'
El Gobierno no renunciará al equilibrio presupuestario, ni este ejercicio ni el siguiente, a pesar del incremento de gastos extraordinarios que está suponiendo para el Estado la financiación del desastre ecológico causado por el petrolero Prestige.
La secretaria de Estado de Presupuestos y Gasto, Elvira Rodríguez, insistió ayer en el Congreso de los Diputados en que 'hay margen' de actuación en las cuentas, sin que se vea perjudicada la sostenibilidad de las arcas públicas, tanto a corto como a medio plazo. Aseguró que por el momento, los 200 millones de euros (33.000 millones de pesetas) habilitados ya como remanentes de crédito no van a descuadrar el Presupuesto. Pero Rodríguez se mostró cauta, sobre todo, porque no se sabe cuál será la ayuda que España arañará de la UE ni el coste total de la crisis. Rodríguez prefiere mirar la evolución de los ingresos tributarios, que siguen comportándose con fortaleza, teniendo en cuenta el actual escenario de desaceleración económica.
En los 11 primeros meses del año (de enero a noviembre), los ingresos no financieros (ver cuadro) crecieron un 4,6%, hasta alcanzar los 125.000 millones de euros. Destaca la positiva evolución de la recaudación del IRPF (crece un 7,3% en términos acumulados), a la que se suma la del impuesto de sociedades (crece un 17,2%, por la mejora del régimen fiscal para el afloramiento de plusvalías reinvertidas).
La evolución de los impuestos indirectos, ligados al consumo, es peor (sus ingresos crecen un 3%), pero marca pautas aceptables. La recaudación por IVA aumenta un 5,7%. La de impuestos especiales crece un 4,5% si se mide en términos homogéneos (descontado el traspaso del impuesto de matriculación a las comunidades autónomas). Destaca el tributo que grava el alcohol (un 5,9% más) y el del tabaco (un 6,8% más).
En conjunto, el Estado registró hasta noviembre un déficit de caja (saldo que computa ingresos y gastos cuando pasan por Tesorería) de 332 millones de euros, equivalente a un superávit de 6.861 millones de euros (el 1% del PIB), en términos de contabilidad nacional, saldo que computa los ingresos y gastos cuando se devengan, según el criterio homologado por Bruselas. De cara a diciembre, se espera el vencimiento de un buen número de partidas de gastos (ejecuciones de inversiones, en su mayor parte), con lo que el Gobierno prevé que el Estado registre un déficit final del 0,5% del PIB, que sería compensado con un superávit de la Seguridad Social de igual cuantía. Desde el PSOE, el portavoz de Presupuestos en el Congreso, Francisco Fernández Marugán, avisó ayer que la 'debilidad del crecimiento económico puede hacer variar las previsiones del Ejecutivo'. Al mismo tiempo, pidió al Gobierno que 'no se obsesione' en lograr el equilibrio presupuestario si con ello deja sin atender las demandas de los miles de afectados por el desastre ecológico en Galicia.