Economía de guerra para la banca alemana
Deutsche Bank ha limitado los viajes y ha prohibido las mudanzas de oficinas, así como el uso de nuevas agencias de consultoría para recortar costes ante la caída de los ingresos de la banca de inversión. El presidente ejecutivo, Josef Ackermann, y el director de operaciones, Hermann-Josef Lamberti, han anunciado las medidas en un informe interno al comité ejecutivo. 'Los avances en eficiencia llegan, pero no tan rápido como esperábamos', aseguró Stuart Graham, analista de Merrill Lynch. 'No estamos seguros de que Deutsche pueda esquivar el tradicional aumento de costes del cuarto trimestre', agregó.
Los gastos de Deutsche Bank subieron un 15% en el cuarto trimestre del año pasado, alcanzando los 7.100 millones. Ackermann eliminará 14.500 empleos y parte de sus negocios para reducir costes por importe de 2.000 millones a finales del próximo año.
Quedan 'absolutamente prohibidas las mudanzas a nuevas oficinas, las agencias de consultoría y los viajes para toda la plantilla que no genera ingresos sin autorización expresa de los jefes', avanzó Ackermann. 'Esto forma parte del programa de contención de gastos operativos', dijo Jezz Farr, portavoz de Deutsche Bank. Los ingresos de la división de banca corporativa y de inversión del banco cayeron el 18% en el tercer trimestre.
Deutsche Bank redujo el 12% los costes de banca de inversión, a 2.240 millones de euros. La división gastó 87 céntimos por cada euro ingresado, frente a los 80 céntimos del ejercicio anterior.
'Esto es vital para nuestra credibilidad ante los accionistas, analistas y los mercados de capital', destaca el informe. Deutsche Bank no es el único que se aprieta el cinturón. Oswald Gruebel, co-presidente ejecutivo de Credit Suisse Group, ha anunciado a sus directivos que tienen que abonar sus facturas de flores para la oficina y los viajes en Suiza.
Paralelamente, el segundo banco de Alemania, HVB Group, ha exigido a sus empleados que reduzcan las cuentas de teléfono, vuelen en clase económica y recorten el gasto en hoteles.
Su competidor en Alemania, Dresdner Bank, también recortará 800 puestos de trabajo en el negocio de banca corporativa.
Ante la dificultad cada vez mayor para ganar clientes, los bancos se han vuelto más estrictos con respecto a la indumentaria de sus empleados. Deutsche Bank ha pedido a los empleados del área de mercados de capital que vistan trajes de lunes a jueves y ha prohibido el habitual uso de prendas informales los viernes, como vaqueros azules, camisetas, prendas que muestren el vientre y zapatillas deportivas.