"El sistema de comercio mundial no puede basarse en acuerdos bilatelares"
Pese a las críticas veladas que el comisario Lamy hace a la política de acuerdos bilaterales de EE UU, lo cierto es que tampoco puede ser contundente en sus protestas, informa Alicia González. Si bien Washington ha acelerado estas negociaciones desde el pasado mes de julio, la Unión Europea mantiene acuerdos y negociaciones bilaterales que también han sido criticadas por la OMC.
Actualmente, los Quince mantienen un acuerdo de libre comercio con México y otro con Chile, firmado en mayo pasado durante la presidencia española de la UE. En proceso de negociación se encuentra el acuerdo con los países del Mercosur (unión aduanera formada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Precisamente, Lamy avanzó durante su visita de la semana pasada a Barcelona la intención de la Comisión de acelerar las negociaciones con este grupo, dada la presión que añade el proyecto de EE UU de unir todo el continente americano en un área de libre comercio a partir de 2005. Lamy reconoció que la UE está dispuesta a hacer concesiones al Mercosur para lograr anticiparse al ALCA.
Aunque con menores perspectivas de llegar a buen final, las negociaciones siguen abiertas con los países de la ribera del Mediterráneo con el objetivo de formar un área de libre comercio. Asimismo, los Quince luchan por buscar un hueco en el sureste asiático, con el que mantienen conversaciones fluidas.
Pascal Lamy (Levallois-Perret, Francia, 55 años) es responsable del Comercio Exterior de la Comisión Europea desde 1999. Partidario de la liberalización de los mercados, no se cansa de asegurar que la Unión Europea (UE) cumplirá los mandatos aperturistas a los que se comprometió durante la IV Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se celebró en Doha, capital de Qatar, en noviembre del año pasado.
Pregunta. Los aranceles que ha impuesto el Gobierno de EE UU a la importación de acero o la ley agrícola, que aumentaba los subsidios en el sector, ¿no van en contra del espíritu aperturista de la Ronda de Doha?
Respuesta. Estas medidas concretas no van en el buen sentido, pero desde que Bush consiguió autoridad en las negociaciones comerciales (fast track), las medidas adoptadas sí que han ido en buena dirección. De cualquier manera, estamos hablando de dos sectores, el acero y la agricultura, que son los dos sectores problemáticos tradicionales de EE UU.
P. Entonces, ¿se puede considerar que se está avanzando realmente en la liberalización del comercio mundial?
R. Sí, los asuntos tratados en la agenda de Doha, la reducción de tarifas en productos industriales y agrícolas, son un claro reflejo de que se está avanzando.
P. EE UU ha cambiado en los últimos meses su política comercial, potenciando sobre todo los acuerdos bilaterales. ¿Cuál es la postura de la Unión Europea sobre este tipo de política?
R. Sí, es cierto que está negociando tratados bilaterales, pero, a pesar de ellos, EE UU está muy implicado en las negociaciones multilaterales. De hecho, podemos considerar que los acuerdos firmados entre dos países deben ser un complemento a los multilaterales. Y EE UU parece dispuesto a ir más allá de los mínimos comunes de la Organización Mundial del Comercio. En cuanto a la Unión Europea, creemos que debe haber una sinergia entre los acuerdos bilaterales y los multilaterales, pero teniendo siempre en cuenta que estos últimos son nuestra prioridad. Claramente.
P. ¿Pero no cree que la proliferación de estos tratados entre dos países amenaza el sistema multilateral de comercio e, incluso, la existencia de la OMC, tal y como ha advertido su presidente Supachai Panitchpakdi?
R. Creemos que es posible una sinergia entre lo multilateral y lo bilateral. No creo que Supachai haya sido tan categórico, pero lo que está claro es que se debe evitar abrir tantos frentes a la vez y que no se les pueda prestar la atención debida.
P. ¿Qué interés pueden tener EE UU o la UE en hacer concesiones en una ronda de liberalización como Doha si puede realizar acuerdos parciales con otros países?
R. En todo caso, nosotros vamos a mantener nuestra fidelidad a los compromisos adquiridos en Doha, y daremos preferencia al desarrollo y a los países en desarrollo. Tenemos que crear una serie de reglas para nuestros compromisos de apertura. El resultado final, es decir, qué grado de apertura se alcance exactamente, dependerá del cómo se consiga el equilibrio entre todos.
Además, no se puede creer en un sistema mundial construido a base de acuerdos bilaterales, porque el marco multinacional proporciona a los países en desarrollo mucho más peso en el comercio mundial que el que podrían tener negociando acuerdos bilaterales.
P. ¿Cree que la política comercial emprendida por EE UU amenaza la posición comercial de la UE en el mundo?
R. La política comercial es uno de los pocos campos en que la Unión Europea ha conseguido un peso específico en la escena internacional. En comercio, la UE está en situación de igual a igual con EE UU, con un nivel de competitividad parecido y un nivel económico similar. Lo único que hay que hacer, cuando se da una situación así, es conseguir unas reglas que aseguren que nuestro comercio puede desarrollarse en un marco de competencia leal.
P. El sector textil español está muy preocupado por la liberalización total prevista para el año 2005 ¿Qué postura mantendrá la UE en este proceso?
R. La desaparición de las cuotas en el año 2005 es el final de un proceso iniciado hace 10, en 1995, y que fue suscrito por la UE. Y ésta, por lo tanto, mantendrá el compromiso. De cualquier manera, esta liberalización será mucho más problemática para el comercio entre los países desarrollados, que para el que se realiza entre los países de la Unión Europea y los que están en vías de desarrollo.
P. ¿Cómo ve el futuro del sector textil europeo?
R. La estrategia comercial debe ser ofensiva, se debe buscar la apertura de mercados de países como India y Estados Unidos y aumentar el valor añadido de los productos de gama alta. Y, precisamente, para examinar el futuro del comercio textil a partir del año 2005 organizaré, en mayo del año que viene, una conferencia internacional sobre el comercio textil, en la que intervendrán todos los implicados, productores, sindicatos y demás agentes sociales.
Una política ampliamente utilizada por los Quince
Pese a las críticas veladas que el comisario Lamy hace a la política de acuerdos bilaterales de EE UU, lo cierto es que tampoco puede ser contundente en sus protestas, informa Alicia González. Si bien Washington ha acelerado estas negociaciones desde el pasado mes de julio, la Unión Europea mantiene acuerdos y negociaciones bilaterales que también han sido criticadas por la OMC. Actualmente, los Quince mantienen un acuerdo de libre comercio con México y otro con Chile, firmado en mayo pasado durante la presidencia española de la UE. En proceso de negociación se encuentra el acuerdo con los países del Mercosur (unión aduanera formada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Precisamente, Lamy avanzó durante su visita de la semana pasada a Barcelona la intención de la Comisión de acelerar las negociaciones con este grupo, dada la presión que añade el proyecto de EE UU de unir todo el continente americano en un área de libre comercio a partir de 2005. Lamy reconoció que la UE está dispuesta a hacer concesiones al Mercosur para lograr anticiparse al ALCA. Aunque con menores perspectivas de llegar a buen final, las negociaciones siguen abiertas con los países de la ribera del Mediterráneo con el objetivo de formar un área de libre comercio. Asimismo, los Quince luchan por buscar un hueco en el sureste asiático, con el que mantienen conversaciones fluidas.Pese a las críticas veladas que el comisario Lamy hace a la política de acuerdos bilaterales de EE UU, lo cierto es que tampoco puede ser contundente en sus protestas, informa Alicia González. Si bien Washington ha acelerado estas negociaciones desde el pasado mes de julio, la Unión Europea mantiene acuerdos y negociaciones bilaterales que también han sido criticadas por la OMC. Actualmente, los Quince mantienen un acuerdo de libre comercio con México y otro con Chile, firmado en mayo pasado durante la presidencia española de la UE. En proceso de negociación se encuentra el acuerdo con los países del Mercosur (unión aduanera formada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Precisamente, Lamy avanzó durante su visita de la semana pasada a Barcelona la intención de la Comisión de acelerar las negociaciones con este grupo, dada la presión que añade el proyecto de EE UU de unir todo el continente americano en un área de libre comercio a partir de 2005. Lamy reconoció que la UE está dispuesta a hacer concesiones al Mercosur para lograr anticiparse al ALCA. Aunque con menores perspectivas de llegar a buen final, las negociaciones siguen abiertas con los países de la ribera del Mediterráneo con el objetivo de formar un área de libre comercio. Asimismo, los Quince luchan por buscar un hueco en el sureste asiático, con el que mantienen conversaciones fluidas.