La inflación baja sólo al 3,9% pese a la reducción de las tarifas telefónicas
La inflación se dio un ligero respiro en noviembre. A pesar de que el índice de precios de consumo (IPC) repuntó dos décimas respecto a octubre, la tasa interanual (mide la evolución en los 12 últimos meses) se redujo una décima, del 4% al 3,9%, respecto a la que había en noviembre de 2001.
La reducción del índice general se explica, en parte, por la repercusión de la bajada de precios de los servicios de telefonía fija, producida en noviembre, bajada que provocó una caída del 3,4% en los precios del grupo de comunicaciones que se integran en el IPC. Sin embargo, este dato, aunque positivo, debe ser matizado. Rebajas similares en las tarifas telefónicas produjeron en años anteriores una reducción en el IPC mucho mayor (tres o cuatro décimas) que la registrada ahora, en noviembre, de sólo una décima. La explicación de por qué el IPC no ha bajado del 3,9% en noviembre se encuentra en el mantenimiento de tensiones inflacionistas en sectores como el vestido, el calzado y los alimentos frescos.
En el caso del vestido y calzado, el repunte ha sido del 3,9% en sólo un mes, con incrementos que alcanzan el 5,6% en las prendas de vestir de la mujer. Por eso, el secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, calificó ayer de 'moderadamente optimista' el dato de noviembre. Hace tres días, en el Congreso de los Diputados, De Guindos ya había avisado que el Ejecutivo no esperaba grandes variaciones en la inflación en lo que queda de año, y que ésta se mantendría 'en el entorno del 4%' hasta finales del ejercicio.
De Guindos, no obstante, quiso ser optimista ayer. Recalcó el 'buen comportamiento del grupo de transportes (sus precios cayeron un 1,4%), alentado por la moderación de las cotizaciones internacionales del petróleo. Además, aseguró que la inflación comenzará a ceder a partir de la primavera, conforme se vaya disipando el efecto redondeo del euro y se mantenga el petróleo en los niveles actuales. Puso como ejemplo la desaceleración de la inflación subyacente (la que descuenta del índice general los elementos mas volátiles como la energía y los alimentos frescos), que en noviembre quedó en el 3,6%.
Sin embargo, el alto nivel en que se encuentra el IPC en esos momentos continúa despertando el recelo, tanto de la oposición política como de los sindicatos y la patronal.
El PSOE pidió ayer al vicepresidente económico, Rodrigo Rato, la elaboración de un plan urgente de lucha contra la inflación. Desde la patronal CEOE se insistió ayer en que el escaso recorte del IPC en noviembre no sirve para reducir el diferencial de precios con la UE, algo que puede acabar minando la competitividad de los bienes y servicios españoles. El IPC armonizado español se encuentra en el 3,9%, muy por encima de la inflación media de la UE, que en octubre, se encontraba en el 2,1%.