El sector turístico pide limitar el derecho de huelga
La práctica estabilización en la entrada de turistas, que ha crecido el 2,1% hasta octubre; el descenso del 6,3% en los ingresos hasta agosto; la caída de la ocupación y la pérdida de competitividad en precio frente a los principales competidores que ya admiten los propios empresarios, son motivos de sobra suficientes para justificar una profunda reflexión sobre la que es la primera industria nacional.
Una 'industria sin chimeneas', como la definió José María Cuevas, que se reunió ayer en la llamada Cumbre del Turismo, organizada por la patronal CEOE. æpermil;sta aprovechó la presencia de los máximos responsables de la política turística del Gobierno para pedir una regulación del derecho de huelga e insistir en las demandas de rebajas fiscales y mayor flexibilidad laboral como instrumentos para mejorar la posición competitiva.
Prácticamente nulas fueron, sin embargo, las referencias a las subidas de los precios hoteleros y las más acusadas en los sectores de distribución (agencias de viajes y turoperadores) y de restauración, incluidos entre los más inflacionistas de la economía nacional.
Como tampoco desde el bando del Gobierno, ni el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, o el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, quisieron entrar en el impacto que sobre la competitividad del sector está teniendo el repunte de la inflación, a la que sí aludieron el presidente de CEOE, José María Cuevas, y el presidente del consejo de turismo de la patronal, Gonzalo Pascual.
Ni unos ni otros hicieron la menor concesión a la autocrítica, mientras que las conclusiones de la cumbre abundaban en exigencias y demandas, entre las que destaca la necesidad de mantener una estabilidad presupuestaria y el control de la política monetaria por el impacto que tienen sobre los precios y los costes y sobre los tipos de interés.
Unidad de mercado
En el terreno laboral, los empresarios consideran que el ejercicio del derecho de huelga es 'uno de los aspectos que más negativamente inciden en la competitividad de las empresas y en la imagen de España como destino turístico'. Por ello solicitan modificar la normativa actual para 'prohibir cualquier acto de información desde las 24 horas anteriores al inicio de la huelga', para solventar el problema de los llamados piquetes informativos.
Reclaman también que la decisión de la convocatoria de huelga se adopte por la mayoría de los trabajadores por votación secreta, y que los servicios mínimos se fijen con carácter permanente. González Soria, miembro del consejo de turismo de CEOE y presidente de la Asociación de Mayoristas de Viajes (Amave), solicitó, además, una reducción de las cargas fiscales y de los costes de financiación 'para recuperar la competitividad con respecto a países que tienen baja o nula tributación'. De la misma forma, reclamó 'el mantenimiento del IVA reducido en la actividad y la supresión generalizada del impuesto de actividades económicas (IAE), como se ha aplicado en algunas empresas'. La patronal estima también necesario 'adecuar las amortizaciones fiscales a las reales del ciclo del negocio turístico'.
Los empresarios turísticos coinciden en su preocupación por el 'aumento de las cargas fiscales en materia autonómica y local'. En este sentido, urgen una cooperación de las diferentes políticas turísticas (de comunidades y municipios) para llegar a una unidad del mercado.
'Asistimos a una quiebra en la unidad del sector', dice Félix Arévalo, presidente de la Asociación Española de Agencias de Viaje (Aedave). 'La consolidación hacia un mercado único no significa que no haya que respetar las diferentes competencias entre Estado y comunidades autónomas, aunque éstas deben respetar los derechos de los clientes', añadió.
La patronal considera que es importante la puesta en marcha de una campaña de promoción dirigida al ciudadano para que el negocio turístico continúe siendo el motor de la economía española. Así exigen una mayor potenciación de la calidad de los establecimientos, una apuesta por la formación de los trabajadores y mayor inversión en medio ambiente. También persiguen más flexibilidad laboral y adecuar la inmigración a las necesidades del mercado. Reclaman, asimismo, una reducción de las tasas aeroportuarias, cada vez más numerosas, y perseguir la oferta turística alegal.
Por su parte, el secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, quien se comprometió con algunas de las exigencias de la patronal, como la promoción, la diversificación de la actividad y el diálogo, invita a la industria a reflexionar sobre la moderación de los ingresos turísticos de este año.
El ICO financia con 150 millones la inversión en mejorar la calidad
La insistencia en la mejora de la calidad, en la diversificación de productos y mercados y en la incorporación de las nuevas tecnologías, como principales desafíos para mantener a España 'en cabeza del turismo mundial', fueron el eje de la intervención del vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, ante los empresarios asistentes a la Cumbre del Turismo.A este respecto anunció que el Ministerio de Economía y el ICO pondrán en marcha en los próximos meses una línea de crédito por importe de 150 millones de euros, para financiar proyectos de mejora de la calidad y de renovación de la planta hotelera. Esta línea apoyará fundamentalmente a las empresas ubicadas en Baleares, Cataluña y Madrid y otras regiones que no están incluidas en el objetivo 1 comunitario y que, por tanto, no pueden beneficiarse de los incentivos regionales que se utilizan para financiar los proyectos en el resto de las comunidades autónomas. El vicepresidente del Gobierno avanzó también que el Ejecutivo está elaborando un plan para la introducción de las nuevas tecnologías de la información en la industria turística y la próxima creación de un instituto tecnológico de la hostelería. El turismo mueve cerca de 70.000 millones de euros anuales, que suponen el 12,1% del PIB español, y emplea a 1,5 millones de personas, aproximadamente el 10% de la población activa. El extraordinario periodo de expansión vivido durante los últimos seis años ha situado a España como el segundo destino mundial del turismo internacional, tanto en entradas, donde sólo nos supera Francia, como en ingresos, donde sólo EE UU genera anualmente más que España. Para este año las previsiones avanzadas por Rodrigo Rato estiman que se alcanzarán 50 millones de turistas, un 3% más que en 2001 y nuevo récord, mientras que los ingresos se estabilizarán en unos 37.000 millones de euros.