Las agencias de calificación observan un sesgo negativo en el 25% de la gran banca europea
La crisis de los mercados de valores, la volatilidad en Latinoamérica y los problemas estructurales de la banca en países como Alemania han presionado durante todo este año sobre los ratings que conceden las principales agencias de calificación (Standard & Poor's, Moody's y Fitch). Nueve de los 35 principales bancos europeos tienen todavía perspectiva negativa de calificación, lo que significa que podrían sufrir más rebajas en 2003.
De un listado total de 350 bancos europeos calificados por Standard & Poor's, aproximadamente el 25% posee todavía una perspectiva negativa, lo que significa que el año que viene podrían ver reducidas aún más sus valoraciones. Sólo un 2% la tiene positiva y en la mayoría es estable.
Si el foco del análisis se proyecta sobre la gran banca, las conclusiones son parecidas, ya que nueve de las 35 principales entidades europeas, también en torno al 25%, tienen perspectiva negativa (Abbey, Commerz, Dresdner, Lloyds, UBS, Banca Nazionale del Lavoro, Fortis, KBC y Banco Bilbao Vizcaya) y dos están en revisión.
Lo mismo sucede en el caso de Fitch, que sitúa en negativa la previsión de las calificaciones de ocho de los 35 primeros bancos de Europa, el doble del número de los que la tienen positiva. Gerry Rawcliffe, el responsable del equipo sobre banca europea, asegura que están 'afrontando el entorno más difícil que se ha vivido en 10 años'. 'En los últimos meses', prosigue, 'sólo ha habido revisiones a la baja. No hemos aumentado la calificación a ninguna entidad desde el mes de junio'.
Jesús Martínez, de Standard & Poor's, recuerda que durante todo el año ha habido muchas más bajadas que subidas, con un ratio de rebajas de 2,7; frente a 1,6 veces en 2001.
En cuanto a las entidades españolas, el BBVA, con una AA-, tiene mejor calificación que el Santander Central Hispano (A), pero S&P lo sitúa en perspectiva negativa. Condiciona posibles revisiones a la baja del banco presidido por Francisco González a la evolución de la situación en Latinoamérica y la exposición del banco a los mercados emergentes. Además, la agencia estará muy atenta a la evolución de su perfil financiero, condicionado por sus participaciones industriales, muy expuestas a Latinoamérica.
En el caso del SCH, lo que suceda en Brasil será fundamental en el cambio de valoraciones. La agencia aprecia que la entidad esté restituyendo sus ratios de capital, pero no ve cambios sustanciales para mejorar las calificaciones y la perspectiva se mantiene estable.
En el resto de la banca europea, entre los motivos principales de rebajas producidas durante el año se encuentran la exposición de muchas entidades al negocio de banca de inversión. Eso explica, por ejemplo, los recortes en las calificaciones crediticias de Credit Suisse, ABN Amro o la mayoría de los bancos alemanes. La presión de las filiales aseguradoras sobre los ratios de capital de muchos bancos británicos determina sus revisiones. Los alemanes son los peor parados por la situación del mercado en ese país.