El excedente empresarial genera ya tanta inflación como los salarios
La contribución del excedente bruto de explotación al deflactor del PIB es ya tan alta como la de la remuneración de los asalariados, según la Contabilidad Nacional del tercer trimestre elaborada por Estadística. El deflactor, que mide los incrementos de los precios generados en la producción total, se reproduce, en buena medida, en los aumentos de precios de consumo de los productos y servicios. La contribución del excedente ha sido creciente este año y la de los salarios, estable.
El debate abierto en las últimas semanas sobre la necesidad de eliminar las cláusulas de revisión salarial, por considerar que eleva notablemente los costes laborales y reactiva la inflación, ha sido parcialmente alternado por la petición del Gobierno a los empresarios (especialmente en los sectores de los servicios en mercados con competencia limitada) para que moderen los márgenes empresariales, considerados también elementos generadores de inflación.
Aunque es difícil conocer la aportación de cada componente de coste y beneficio en el índice de precios de consumo final, puede apreciarse una aproximación en la composición del deflactor del producto interior bruto (PIB). Este mide el incremento de precios del valor agregado de la producción, desde los costes de los factores productivos hasta la aportación al valor monetario final de los excedentes de los empresarios.
Este deflactor del PIB mide, por tanto, los aumentos de precios de la producción total, y es el mejor indicador de la ganancia o pérdida de competitividad de una economía. En condiciones normales, estos incrementos de costes y de los excedentes tienen su reflejo casi mimético en los precios de consumo (inflación).
En los cuatro últimos trimestres registrados por la Contabilidad Nacional, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, el avance de la remuneración de los asalariados ha experimentado una desaceleración notable, y ha pasado de crecer desde ritmos del 7% a valores del 5,8%. Por contra, el excedente bruto de explotación (beneficio antes de impuestos y gastos financieros) ha acelerado sustancialmente su crecimiento, sobre todo en los tres primeros trimestres de este año. De crecer un 5,2% interanual ha pasado a hacerlo a tasas del 6,9%. En definitiva, en el tercer trimestre el excedente crece un punto largo más que la remuneración de asalariados y su peso en el deflactor (valor nominal del PIB menos valor real) se ha incrementado.
El peso del coste laboral
Esta desaceleración de los salarios agregados está condicionada por la pérdida de vigor en la creación de empleo, según Estadística. Los costes laborales por unidad de producto (CLU) de la economía han crecido un 3,3% en tasa interanual, nueve décimas por debajo del deflactor del PIB trimestral (4,2%), lo que arroja luz sobre la aportación al deflactor del resto de los componentes.
Por sectores de actividad, únicamente en los servicios destinados al mercado el crecimiento de los costes laborales unitarios ha superado al propio deflactor del sector, 4,3% frente a 4,2%. Pero en el resto, el aumento de los costes laborales unitarios es bastante moderado, mientras que el deflactor es muy alto. En la agricultura, los CLU suben un 1,2% interanual y el deflactor, el 3,9%; en la industria y la energía los costes laborales por unidad de producción suben un 2,7%, y el deflactor llega al 4,4%; y en la construcción, incluso con descenso del coste laboral unitario (0,3), el aumento del deflactor llega al 5,5%.
Analizando la descomposición de esta variable en el tercer trimestre de este año (4,2% para un aumento nominal del PIB del 6% y un aumento real del 1,8%), se observa que el coste laboral unitario, pese al pequeño repunte del trimestre, aporta 1,6 puntos del total, proporción estable en todo el año 2002 y ligeramente inferior a su aportación en 2001, que llegó a 1,9 puntos.
Más peso del excedente
La aportación de 1,6 puntos del CLU se compone de la contribución de la remuneración por asalariado más la productividad por trabajador (en este caso es negativa). Sumando la tasa de asalarización, la aportación de la remuneración de asalariados al deflactor es de dos puntos, valor estabilizado en los tres trimestres contabilizados de este ejercicio.
Por lo que se refiere a la aportación del excedente bruto de explotación, fue también de dos puntos en el tercer trimestre, tras un fuerte crecimiento desde 1,3 puntos del primer trimestre del año y del 1,6 puntos del segundo. Esto se produce como consecuencia de que el valor nominal del excedente ha experimentado una fuerte aceleración (hasta el 6,9% interanual); la remuneración salarial, por contra, se ha desacelerado y crece al 5,8%. Por último, los impuestos netos de subvenciones aportan dos décimas al deflactor.