El ahorro financiero de las familias cae lastrado por la Bolsa
La negativa evolución de las bolsas en el último año ha supuesto un lastre para el ahorro financiero de las familias españolas, que al término del pasado mes de junio representaba el 169,1% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 183,3% de junio del 2001, alrededor de 14 puntos menos.
Según los datos del Banco de España, el ahorro financiero de las familias -los activos en manos de hogares españoles e instituciones sin fin de lucro- ascendía al finalizar el primer semestre del año a 1,134 billones de euros, mientras que un año antes se situaba en 1,156 billones.
La ligera caída de los activos en manos de las familias españolas, unido al crecimiento del PIB en esos 12 meses, ha provocado que la proporción de activos sobre el Producto Interior Bruto haya caído a niveles próximos al cierre del año 1997, cuando se situó en el 165,7%.
Los últimos datos publicados por el Banco de España sobre el ahorro financiero de las familias respecto al Producto Interior Bruto contrastan con los máximos alcanzados en 1999 y 2000, cuando se aproximaba al 190% del PIB.
Buena parte del descenso del ahorro financiero de los hogares españoles entre junio del 2001 y junio del 2002 se debió a la crisis en los mercados bursátiles, que provocaron una huida de los inversores hacia otros instrumentos, a su juicio más seguros y menos volátiles.
Sólo en acciones y fondos de inversión, los activos de las familias se redujeron en unos 73.000 millones de euros entre junio del 2001 y junio del 2002, mientras que, por el contrario, el efectivo y los depósitos crecían en casi 33.000 millones.
En esta última rúbrica, casi 28.600 millones de incremento correspondían a depósitos, que crecieron entre junio del 2001 y junio del 2002 un 8,78%. La transferencia que se ha producido en los activos de las familias, desde acciones a depósitos, obedece, según los expertos, no sólo al mal momento bursátil, sino también a la aparición de las cuentas de alta remuneración de determinadas entidades financieras, que ofrecen un interés seguro frente a la inestabilidad de la renta variable.