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Cooperación

28 cajas medianas se unen para prestar servicios de banca personal

Las cajas de ahorros no están dispuestas a seguir perdiendo clientes de elevado patrimonio por la creciente competencia de bancos tradicionales y especializados en banca privada y personal. æpermil;ste ha sido un territorio casi inexplorado por las cajas, a pesar de que, según los expertos, en estas entidades se encuentra un buen pedazo de la tarta de potenciales clientes de este mercado.

La falta de soporte tecnológico para responder a la demanda creciente de estos servicios y la inquietud por la pérdida de clientela de grandes patrimonios si no se la atendía de forma especializada llevaron a seis cajas de tamaño medio a sentarse a trabajar en la búsqueda de una herramienta que respondiera a sus necesidades, sin deteriorar la rentabilidad.

Así, Caixa Terrassa, Caja Murcia, Caja España, General de Canarias, Navarra y Cantabria se unieron hace ya dos años en el marco de COAS (el órgano de cooperación que pertenece al consejo de CECA) para analizar las distintas soluciones del mercado. Finalmente se optó por un desarrollo propio que se ajustara a las necesidades específicas de las cajas y ofreciera un abanico de soluciones amplio.

Como proveedor tecnológico se escogió a la empresa Indra, que diseñó una aplicación que luego fue desarrollada y completada con las aportaciones de los expertos de las cajas.

La finalidad es abarcar un ancho espectro de soluciones para llegar a un servicio de gestión del patrimonio integral, que se adapte tanto a las grandes fortunas como a los clientes de gama media-alta, más numerosos entre las cajas.

Fuentes del sector identifican a los potenciales usuarios de estos servicios en un tramo de patrimonio que iría entre 150.000 euros y 6 millones de euros, la parte más baja de la banca privada. Las cajas consideran que este grupo no está suficientemente atendido por la banca especializada, más preocupada por las grandes fortunas y se ha convertido en objeto de deseo de la banca universal, con un nuevo enfoque de atención mucho más personalizada.

Esta idea explica la creciente competencia de las entidades financieras por satisfacer las necesidades de inversión, planificación patrimonial, financiera y fiscal de personas con patrimonio medio-alto y un perfil de mayor cultura financiera.

Así, en el último año muchas cajas han desarrollado divisiones de banca personal y han comenzado a formar a gestores expertos. Con el proyecto impulsado por la CECA, las cajas tienen la oportunidad de contar con esta nueva herramienta tecnológica, con un coste muy modesto en relación con el que soportarían de implantar estos servicios de forma individualizada.

De hecho, cada caja paga en torno a 180.000 euros por la licencia, cuando fuentes del sector calculan que implantar un servicio adecuado de banca personal podría tener un coste individual hasta seis veces mayor.

La idea surgió en estas seis cajas, pero al poco tiempo otras entidades mostraron su interés a la CECA, de manera que el proyecto se ha ampliado hasta 28, que ya tienen la licencia para la explotación de esta herramienta y que se espera la utilicen de manera normalizada a mediados del año 2003.

De estas 28 cajas, ya hay 18 que tienen instalada la herramienta tecnológica, y de ellas, hay 10 en las que está en funcionamiento -Caixa Terrassa, Caja Murcia, General de Canarias, Caja Navarra, Extremadura, Sabadell, CAI, Ibercaja, Caja Asturias y Kutxa, a través de Banco Madrid-. El resto de participantes son Caixa Nova, Caja Duero, Sa Nostra, El Monte, Caja Insular de Canarias, Unicaja, Caja Rioja, BBK, Círculo Católico de Burgos, Caja Municipal de Burgos, General de Granada, Caixa penedés, Caja Castilla-La Mancha y Caja Ávila.

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