El FMI limita al 2,5% el avance previsto para España el próximo año
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha unido al conjunto de instituciones económicas (Comisión Europea, OCDE y BCE) que prevén un crecimiento económico para España por debajo de las previsiones oficiales del Gobierno. Según el informe preliminar sobre la economía española, hecho público ayer, el FMI estima un crecimiento del PIB del 2% para este año y un 2,5% para 2003, por debajo del 2,2% y el 3% previsto, respectivamente, por el Ejecutivo español. Con todo, el organismo con sede en Washington reconoce que la economía española seguirá creciendo por encima de la media europea en los próximos meses, aunque cita un buen número de 'factores de riesgo', que harían reducir las perspectivas de crecimiento. Entre ellos, destaca el rápido aumento del endeudamiento de las familias, una hipotética corrección a la baja de los precios de la vivienda (estallido de la burbuja inmobiliaria) o el agravamiento de la situación de algunas economías latinoamericanas, en donde reside buena parte de los intereses de las grandes empresas españolas. El organismo ve con buenos ojos el rigor presupuestario impuesto por el Gobierno y el objetivo de mantener el equilibrio fiscal para los próximos años, No obstante, de cara a 2003, considera factible la existencia de un déficit público de hasta el 0,25% del PIB si ello fuera necesario.
Inflación sin control
El FMI hace hincapié también en el diferencial de inflación con el resto de la zona euro, 'cuya persistencia en el tiempo puede afectar a la competitividad de la economía española'. Parte de las tensiones inflacionistas las sitúa en las rigideces de oferta en algunos mercados, como la distribución comercial y la regulación del suelo, para los que pide una mayor colaboración con las comunidades autónomas, con competencias en la materia.
Respecto al mercado laboral, insta a nuevas reformas como la eliminación de las cláusulas de revisión salarial y de la ultraactividad de los convenios (prórroga de las condiciones laborales cuando no hay acuerdo para su renovación).
El FMI aconseja elevar la edad media de jubilación y aspirar a medio plazo a un superávit fiscal del 0,5% del PIB para contrarrestar los efectos recaudatorios del envejecimiento de la población.