La cotización del peso se mantiene estable el primer día sin 'corralito'
El peso argentino cotizaba ayer a 3,63 unidades por dólar en el mercado libre, cifra similar al cierre del mercado del viernes. El Banco Central, por su parte, decidió mantener invariable la cotización del dólar oficial en 3,55 unidades, y puso a disposición de las entidades 20 millones de dólares que fueron suficientes para controlar la cotización, aunque en algunas casas de cambio en Buenos Aires la divisa llegó a alcanzar las 3,73 unidades por dólar.
La apertura del denominado corralito se produce exactamente un año después de su implementación por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, y mantenía atrapados hasta ayer, y según cálculos oficiales, 21.000 millones de pesos (5.880 millones de euros) en las cuentas corrientes y cajas de ahorros.
Desde primera hora, cientos de ciudadanos de la capital formaban largas colas, inusuales en los últimos cinco meses, frente a los bancos y las casas de cambio para rescatar sus ahorros y adquirir dólares. Pese a los temores de una posible caída del peso, la divisa se mantuvo ayer prácticamente estable.
El Gobierno confía en que el dinero liberado se mantenga en los próximos días dentro del sistema y 'sea una herramienta más para la recuperación de la economía, que ya ha empezado a darse', según el jefe del Gabinete de ministros, Alfredo Atanasof.
La mayor preocupación en estos momentos para el Gobierno es la presunta intención de la Corte Suprema de ordenar la redolarización de los depósitos a plazo fijo, que mantiene atrapados en el denominado corralón 16.000 millones de pesos (4.480 millones de euros). La sentencia no se conocerá, previsiblemente, hasta la próxima semana.
En el apartado político, la jornada estuvo marcada ayer por la visita del presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que se reunió con Duhalde en la residencia de Olivos.
Lula ratificó su voluntad de dar 'un decisivo impulso a la reconstrucción del Mercosur', la unión aduanera que forma con Argentina, Paraguay y Uruguay y a la que están asociados Chile y Bolivia.
El próximo presidente brasileño indicó que el hecho de que su primer viaje al exterior haya sido a Argentina debe entenderse como un acto de 'solidaridad' con el país vecino 'y una expresión de voluntad del futuro Gobierno de dar un decisivo impulso a la reconstrucción del Mercosur.
A su juicio, los vínculos entre Brasil y Argentina deben ser entendidos como 'relaciones estratégicas' de las que 'dependerá mucho el destino de América Latina'. Por ello hizo un llamamiento a 'una actuación coordinada y solidaria en los organismos multilaterales' y apostó por que el Mercosur sea 'esencial para negociar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), así como el diálogo con EE UU y la UE'.
Desde ahí, dijo Lula, 'podremos llegar un día a una moneda común que refuerce a la unión frente a las turbulencias financieras internacionales'.
Ya en clave interna, Lula expresó su voluntad de cambiar el rumbo económico de Brasil. 'Brasil no puede conformarse más con tener una de las diez economías más grandes del mundo y al mismo tiempo decenas de millones de ciudadanos que pasan hambre', dijo.