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Brasil
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La inversión extranjera cubre el déficit por cuenta corriente

Los datos de la balanza de pagos publicados esta semana por el Banco Central de Brasil reflejan un fuerte incremento del superávit comercial en el periodo enero-octubre. En concreto se situó en 10.062 millones de dólares (una cantidad similar en euros), frente a los 1.497 millones registrados en el mismo periodo de 2001. En octubre, la balanza por cuenta corriente muestra un práctico equilibrio debido a que el déficit de la cuenta de servicios y rentas se ve compensado por el correspondiente superávit de la balanza de mercancías. Por lo que se refiere a la cuenta financiera, en octubre mostró un déficit de 2.348 millones de dólares debido al saldo negativo que muestra la partida de inversiones en cartera.

Como viene sucediendo en los últimos ejercicios, la inversión directa extranjera financia ampliamente el déficit corriente acumulado en los 10 primeros meses del año. En todo caso se profundiza la caída de los flujos de capital materializados en inversión directa, ya que registran una caída del 16,3% respecto al periodo enero-octubre de 2001.

Sin duda, la merma de ingresos vía inversión directa está ampliamente explicada por la desaceleración económica que atraviesan los principales países inversores. En cuanto al origen de la inversión directa destaca la pérdida de protagonismo de España que en lo que va de año concentra sólo el 3% del total de flujos de capital, frente al 13% correspondiente al ejercicio 2001. En contraste, los Países Bajos y Francia aumentan significativamente su ratio de participación, hasta un 18,8% y 10,8%, respectivamente. La ausencia de privatizaciones también está influyendo negativamente en la inversión directa. De los 13.900 millones de dólares de inversión directa tan sólo 560 se han obtenido a través de procesos de privatización.

España ha perdido protagonismo en inversión directa, ya que representa el 3% en los primeros 10 meses de 2002, frente al 13% del mismo periodo de 2001

En definitiva, los flujos de inversión directa continúan financiando el déficit corriente. No obstante, sólo ha sido posible porque la dependencia de ahorro externo de la economía se ha reducido gracias al creciente saldo superavitario de la balanza comercial. La ruptura de esta dinámica podría ser arriesgada en un contexto global de reducción de los flujos de capitales y aversión al riesgo, por lo que es preciso que la economía conserve las ganancias de competitividad y la capacidad de acomodación de su demanda externa.

La apertura del corralito en Argentina favoreció una ligera apreciación del peso, que cerró la semana 3,46 por dólar. Mientras tanto, el peso mexicano tendió a la baja tras la publicación de los indicadores de confianza en Estados Unidos, que apuntan hacia la desaceleración económica. El real brasileño cedía terreno frente al dólar, depreciándose algo menos de un 2%, ante las peores perspectivas de inflación publicada por el Banco Central para 2003.

A pesar de la elevada afinidad conseguida entre las políticas económicas que pretende llevar a cabo Lula y las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), los últimos datos cuestionan la efectividad de tales medidas para liberar a Brasil del problema fiscal que padece.

En primer lugar, el superávit acumulado a lo largo de los últimos 10 meses se sitúa en el 3,19% del PIB, todavía por debajo del objetivo fijado por el organismo multilateral. Además, de acuerdo con las estimaciones oficiales, en noviembre es previsible que la inflación vuelva a anotar un fuerte crecimiento, desvaneciendo con ello la posibilidad de cumplir el objetivo fijado para fin de año.

La moderación de los precios se torna complicada, tal como se desprende de la decisión del Banco Central de revisar al alza el objetivo fijado para 2003 por encima del 6%. El auge de la inflación ha llevado al sector financiero a presionar al Banco Central a que suba los tipos en su próxima reunión, afectando al ya débil crecimiento económico.

Esta situación contrasta con la de Argentina. El Gobierno no ha hecho efectivo el pago de 800 millones de dólares (una cantidad similar en euros) al Banco Mundial, al considerar que el uso de reservas con este fin pondría en riesgo la estabilidad del sistema cambiario. La firma de un acuerdo con el FMI antes de 2002 se desvanece por momentos. Sin embargo, el peso ha continuado apreciándose, la inflación remitiendo y el Banco Central acumulando reservas.

Unos hechos, en suma, que llevan a cuestionarse lo acertado de las medidas de ortodoxia económica planteadas por el FMI.

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