El Banco Central teme que el Supremo anule la 'pesificación' de los depósitos
El miembro más antiguo de la Corte, Carlos Fayt, que fue designado en 1983 por el radical Raúl Alfonsín, es el autor de un texto en el que se propone al alto tribunal que emita un fallo que reconozca que los bancos deben devolver los depósitos en la moneda de origen y sin demora.
En caso de que este fallo logre la mayoría en el seno de la Corte, una posibilidad más que cierta, ya que una mayoría de sus actuales nueve miembros está de acuerdo con el criterio, se abriría una situación muy complicada para el sistema financiero y la economía. Sin embargo, y a pesar de versiones catastrofistas, su impacto podría ser atemperado. En primer lugar, porque una decisión de la Corte se limitaría a los depósitos atrapados en el denominado corralón. Se trata del dinero que se congeló en enero en plazos fijos. Su monto es de 17.000 millones de pesos, es decir, menos de 5.000 millones de euros.
En principio, los bancos se verían perjudicados, ya que el proyecto en estudio no contempla la dolarización de los créditos de sus clientes que fueron también pesificados en enero. Una importante fuente del sector indicaba ayer que 'el texto de Fayt tampoco incluye, por ejemplo, los fondos acumulados en los fondos de pensión y que también fueron pesificados' .
Pero la dificultad que podrían encontrar las entidades es relativa. Ayer, en una inmediata reacción a la posibilidad de que la Corte dicte esa resolución, el presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli, dijo que esto podría llevar a una 'hiperinflación'. El banquero central sostuvo que, en ese caso, 'o se emite moneda o cierran los bancos y la gente no cobra. Va a haber que optar'. A su juicio, un fallo de dolarización obligaría al Central a 'emitir unos 80.000 millones de pesos en un solo día', lo que causaría una situación inflacionaria tal que podría llevar 'el dólar a 10 pesos' desde su actual cotización, 3,50 unidades.
Pero, a continuación, Pignanelli restó dramatismo al tema al afirmar que todo esto se podría evitar si el Gobierno tuviese un plazo razonable para absorber la medida a través de la emisión de un bono en dólares. 'Cuando hablo de un plazo por parte de la Corte, hablo de un bono', dijo el presidente del Banco Central.
De esta manera, el probable fallo de la Corte desembocaría, en una primera etapa, en recursos de los afectados ante la justicia si los bancos se niegan a devolver el dinero en efectivo y de inmediato. Una acumulación de causas obligaría, así, a la Corte a determinar, en una segunda fase, si la entrega de un bono es constitucional o no. También podría ocurrir que esto quede claro en la primera resolución que se espera para dentro de dos semanas.
Pero, de cara al futuro, una dolarización acercaría la resolución del problema financiero argentino. Junto con los dos canjes, la liberación del corralito y un eventual nuevo canje de depósitos en dólares por bonos en la misma moneda, el problema de la congelación de los depósitos podría ser solucionado. Pero la condicionalidad de esta perspectiva está determinada por el contenido del texto definitivo de la Corte. Si queda limitada a los depósitos las dificultades serían menores. Si se amplían a fondos de pensiones y otras cuestiones, la crisis se podría ampliar aún más.
Lavagna y España
Mientras tanto, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien se encontraba ayer en Berlín, en el marco de su gira por Europa, consideró que es 'una exageración decir que las empresas españolas están perdiendo en Argentina'. En realidad, dijo, 'han ganado durante muchos años y las cosas hay que ponerlas siempre en la debida perspectiva'.
Lavagna, quien se reunió ayer con las autoridades económicas y empresarios de Alemania, fue parco a la hora de revelar el contenido de esos encuentros y sólo dijo que 'lo que pretendemos es aclarar, clarificar, dar información'. El ministro vuela hoy a Roma y mañana llegará a Madrid.