La recaudación tributaria resiste el menor vigor del PIB
La recaudación tributaria sigue gozando de buena salud, a pesar de la desaceleración en que lleva inmersa la economía española desde mediados del año 2000, y que ha llevado a que el crecimiento del PIB se haya frenado hasta el 1,8% en el tercer trimestre de este ejercicio. Los últimos datos los hizo públicos ayer la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez.
Los ingresos no financieros (básicamente tributarios) del Estado, junto a la parte proporcional de los mismos cedida a las comunidades autónomas (debe sumarse para hacer comparaciones homogéneas) crecieron un 6,8% en los 10 primeros meses de este año, frente al mismo periodo de 2001, muy por encima de la evolución del PIB.
La recaudación por impuestos directos lleva acumulando de enero a octubre un aumento del 9,9%. En el caso del IRPF, el impuesto estrella del sistema tributario español, el crecimiento es del 7,1%, hasta alcanzar los 37.153 millones de euros (ver cuadro), de los que 26.567 millones, corresponden al Estado, y 10.586, a las comunidades autónomas. Los ingresos por impuestos indirectos, ligados al consumo, muestran un peor comportamiento, influidos por el pesimismo de los hogares, que está afectando a sus decisiones de gasto. Con todo, la evolución es satisfactoria a tenor de la desaceleración económica. La recaudación por IVA crece a un ritmo del 5,3%, espoleada por la recuperación de las operaciones interiores. La mayor debilidad se encuentra en los ingresos por impuestos especiales, que descienden un 4,1% sobre los 10 primeros meses de 2001. Bien es verdad que en términos homogéneos (excluyendo la dispersión que ocasiona en la comparación la cesión del impuesto de matriculación a las comunidades), este descenso se traduce en un crecimiento del 3,3% en los impuestos especiales.
Dentro de este epígrafe, la recaudación por hidrocarburos, alcohol y tabaco mantiene tasas de crecimiento estables, de entre el 3% y el 5%.
Paradoja
¿Qué es lo que está sucediendo para que los ingresos tributarios evolucionen mucho mejor de lo que lo hace la economía? La explicación hay que buscarla, según Elvira Rodríguez, en el crecimiento del empleo. A pesar de desacelerarse, sigue una pauta positiva, con un incremento constante en el número de afiliados a la Seguridad Social (16,2 millones en octubre). Ello está reportando un colchón en la recaudación que, de momento, sirve para compensar el menor crecimiento económico.
Este colchón es el argumento principal que esgrime Hacienda para prever que este año se alcance de nuevo el equilibrio presupuestario para el conjunto de las Administraciones públicas (Estado, Seguridad Social, comunidades y entes locales), algo que se torna difícil, a juicio de muchos analistas, si sólo se tienen en cuenta las cifras de crecimiento de la economía.
Para el caso del Estado, la previsión del Gobierno pasa por cerrar el ejercicio con un déficit del 0,5% del PIB, que sería compensado con un superávit de la Seguridad Social de igual cuantía.
Hasta octubre, el Estado registró un ligero superávit de 86 millones de euros, en términos de caja (computa ingresos y gastos cuando pasan por tesorería), que se eleva a 8.595 millones de euros, el 1,25% del PIB, en términos de contabilidad nacional (mide los ingresos y gastos cuando se devengan).
Sin embargo, este superávit del 1,25% del PIB del Estado hasta octubre tiene carácter momentáneo. En los últimos dos meses del año (noviembre y diciembre), el Gobierno tiene que hacer frente a un buen número de gastos, entre ellos, fuertes pagos por la ejecución de las inversiones, que se han concentrado en la última parte del año. Además, tampoco están previstos ingresos extraordinarios, como se ha venido produciendo en los últimos meses, como el pago de la tasa anual radioeléctrica por parte de las compañías de telecomunicaciones.
De esta forma, el superávit de más de un punto del Estado hasta octubre, se tornará en un déficit del 0,5% del PIB, según cálculos de Hacienda. Juega a favor que ya se ha pagado el 97,5% de los gastos financieros del año. La mayoría corresponde al pago del servicio de la deuda. Desde 1996, el Estado se ha ahorrado 14.500 millones de euros, gracias a la bajada de tipos y la menor carga financiera.
Las plusvalías elevan el 16% los ingresos por sociedades
En la ejecución presupuestaria de los 10 primeros meses del año destaca, sobre todo, la evolución de la recaudación por el impuesto de sociedades, que ha crecido un espectacular 16,1% hasta octubre, en comparación con el mismo mes de 2001. Por este impuesto, Hacienda lleva recaudados en los 10 primeros meses del año 18.431 millones de euros, muy por encima de los 15.872 millones del ejercicio pasado. La explicación tiene su origen en los últimos cambios en la fiscalidad empresarial. El nuevo régimen tributario, aplicable este año, por el que se rebaja del 35% al 18% la tributación de las plusvalías latentes de años anteriores a 2002 a cambio de que se reinviertan, está provocando un aluvión de adhesiones por parte de las empresas, que buscan rentabilizar al máximo los incrementos patrimoniales aún no aflorados. El resultado es un aumento de ingresos de las arcas públicas superiores a los previstos inicialmente. Hacienda espera ingresar, sólo por este concepto, 1.700 millones de euros en todo el año.