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Proyecto

Madrid propone ampliar los horarios comerciales y abrir 26 domingos al año

La batalla de los horarios comerciales ha entrado en una nueva fase de enfrentamiento entre las grandes superficies y el pequeño comercio con el proyecto de decreto que ha elaborado la Comunidad de Madrid y que abre la mano a la liberalización. Este proyecto contempla la apertura de 26 festivos y domingos al año frente a los 19 que había en la actualidad.

El pequeño comercio, que ayer se vio sorprendido por la elaboración de este proyecto de decreto, prepara una serie de alegaciones contra esas medidas aperturistas que deberá presentar en el plazo máximo de 15 días.

En la nueva normativa autonómica se autoriza la apertura de los primeros y últimos domingos de cada mes, excepto en el caso de diciembre, en el que se abrirán cuatro días (el calendario para 2003 fija el 7, 14, 21 y 28).

Hasta ahora se permitía la apertura en el primer domingo de cada mes más todos los de agosto y todos los de diciembre, lo que sumaba un total de 19 festivos frente a los 26 previstos para 2003.

En el proyecto se especifica que 'el horario de apertura en domingo o festivo autorizado será libremente determinado por cada comerciante, sin que pueda ser superior a 12 horas diarias'.

También se deja 'plena libertad' a los establecimientos dedicados a la venta de muebles 'localizados fuera de núcleos urbanos, en el entorno inmediato de las carreteras, y que tradicionalmente venían ejerciendo su actividad en domingos y festivos'.

Los argumentos

La Consejería de Economía e Innovación Tecnológica, que reconoce 'el enorme esfuerzo realizado en los últimos años por el pequeño y mediano comercio' de la comunidad, argumenta esta liberalización como un fomento de 'la libre competencia entre los diferentes operadores del sector'. Según el proyecto, esto 'redundará en una mayor transparencia en los precios, produciéndose una disminución de los mismos, en beneficio de los consumidores'. También se esgrime 'la singularidad del espacio de la Comunidad de Madrid' como foco de atracción turística, así como las fuertes inversiones del sector realizadas en los últimos años y la creación de puestos de trabajo ('más de 40 nuevos empleos directos').

Este es, precisamente, uno de los puntos de fricción con el pequeño comercio que prevé la pérdida de unos 1.000 empleos si se aprueba el actual proyecto de decreto.

Fuentes representativas del comercio tradicional aseguran que desde 1997 en la comunidad se han perdido 57.000 empleos y se han cerrado 18.821 establecimientos (la media por local es de 2,7 personas). Para ello citan el estudio sobre la estructura del comercio minorista en España elaborado por la Secretaría de Estado de Comercio.

Reacciones

Miguel Ángel Fraile, portavoz de la Confederación Española de Comercio, calificó este proyecto de 'negativo' y de 'provocación a un sector que estaba tranquilo. Es una confrontación innecesaria', añadió. Según Fraile, 'vamos a presentar batalla porque el consumidor no está demandando nada de lo que se establece en el proyecto'.

Uno de los aspectos que más ampollas ha levantado es la falta de negociación y consenso con las partes afectadas, algo que, según el pequeño comercio, estaba pactado con la comunidad.

En este sentido incide Guillermo Marcos, presidente de Unipyme, quien pone de relieve el 'talante escasamente dialogante' que ha mostrado la consejería. Esta organización, al igual que el resto de las agrupaciones representativas del pequeño y mediano comercio, estudia las alegaciones que presentará en los próximos días para tratar de introducir modificaciones en el proyecto de decreto.

Según Julia Pérez, directora general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), 'vamos a estudiar el decreto para ver qué podemos aportar a la Comunidad de Madrid. Abrir 26 domingos y festivos perjudica al pequeño y mediano comercio urbano en favor de las grandes superficies periféricas; perjudica la conciliación de la vida laboral y familiar de más de 200.000 personas que trabajan en el comercio y provocaría una precarización del empleo al disminuir su calidad'.

Por su parte, la patronal de las grandes superficies, Anged, expresó ayer su satisfacción por este proyecto. 'Nosotros siempre hemos pedido la flexibilización de horarios comerciales y, por tanto, estamos muy satisfechos con estas medidas', señala un portavoz de Anged.

Las grandes empresas de distribución han pedido insistentemente medidas liberalizadoras para dar respuesta a las necesidades del mercado y las demandas del consumidor.

Juan Costa: 'El Gobierno no modificará la normativa actual'

'No vamos a modificar nada en materia de regulación de horarios comerciales', señaló a este diario el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa. Con estas declaraciones, Costa sale al paso de los últimos rumores sobre la posibilidad de que el Gobierno introduzca algún tipo de medidas para fomentar la liberalización del sector y la apertura de los comercios en domingos y festivos.La regulación del sector es una materia transferida a las comunidades autónomas y la actual Ley de Comercio establece que a partir del 1 de enero de 2005, el Gobierno y las comunidades deberán sentarse a negociar un nuevo marco legal de ámbito general. Mientras llega ese momento, todo permanecerá como hasta ahora, según Costa. Lo que el Ejecutivo sí tiene previsto estudiar, en cambio, es la puesta en marcha de una serie de medidas que fomenten la competencia entre los centros de idéntica categoría, es decir, 'los hipermercados con los hipermercados, o los súper con los súper', añade el secretario de Estado. El fomento de la competencia es uno de los argumentos que el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, esgrimió recientemente para abogar por la libertad de horarios comerciales. Rato también ha criticado el exceso de normas legales (más de 700) que actualmente regulan el sector, por entender que limita la competencia y que puede desembocar en proteccionismo. Frente a esta postura aperturista, algunas comunidades, especialmente Cataluña y Andalucía, han mostrado su total rechazo a la ampliación de los horarios comerciales. En esta misma línea se han expresado también los sindicatos y las organizaciones de autónomos. Cataluña y Andalucía figuran entre las comunidades con mayores restricciones: ocho aperturas de festivos y domingos permitidas al año.

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