Bush presentará en enero un plan para reactivar la economía
Aprincipios del próximo año el presidente Bush propondrá nuevas medidas para el crecimiento económico y la creación de empleo', anunció O'Neill ante la Confederación de la Industria Británica, principal patronal de Reino Unido.
El objetivo es impulsar la 'desigual' recuperación estadounidense que actualmente está en marcha.
El secretario del Tesoro no especificó ninguna medida concreta contenida en el plan, pero, en medio del debate para hacer permanente la rebaja de impuestos de 1,35 billones de dólares aprobada el año pasado, O'Neill señaló su preferencia por rebajas fiscales dirigidas a sectores concretos, ya que, a su juicio, sólo determinadas parcelas de la economía están débiles.
'Algunos sectores vienen mostrando una buena evolución, como la venta de viviendas y los fabricantes de automóviles, mientras otros, como la industria aeronáutica comercial y los servicios aéreos, se han rezagado', dijo el responsable del Tesoro estadounidense.
Tanto las empresas como los inversores vienen reclamando del Gobierno medidas efectivas de reactivación más allá de las rebajas fiscales ya planeadas por Bush, dado su escaso impacto sobre la coyuntura actual. Las rebajas fiscales ya aprobadas se mantendrán en vigor hasta 2010 y lo que plantea ahora la Administración es hacerlas permanentes más allá de esa fecha, un plan de escaso calado en la situación actual.
Empresas e inversores también han criticado el hecho de que la Administración Bush aún no haya actuado con celeridad en este ámbito, pese a las declaraciones del Ejecutivo en las que daba prioridad a la necesidad de apuntalar la recuperación económica.
El Gobierno de EE UU se escuda en que la economía se mantiene en la recuperación, pese a los graves ataques 'externos', como el pinchazo de la burbuja tecnológica, los escándalos financieros y los ataques terroristas. 'Sumen todo eso a una desaceleración ya presente cuando el presidente Bush asumió sus funciones y tienen la receta para una recuperación desigual', dijo.
Como muestra de la fortaleza, O'Neill citó la baja tasa de inflación (2% en octubre), el desempleo (5,7% el mes pasado), los ingresos crecientes y el mayor incremento de la productividad desde 1983.
Más ventas de viviendas
Asimismo, ayer se conoció que las ventas de viviendas de segunda mano aumentaron en octubre un 6,1%, por encima de lo previsto, según datos de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés).
Las ventas de viviendas usadas crecieron el mes pasado a un ritmo desestacionalizado de 5,77 millones de unidades, frente a una cifra rectificada de 5,44 millones de unidades en septiembre.
Todo eso llevará a la economía estadounidense a crecer a un ritmo de entre el 3,5% y el 4% en la segunda mitad del próximo ejercicio, según el responsable económico.
Su capacidad de previsión se verá evaluada hoy. El Departamento de Comercio hace pública la segunda estimación oficial del PIB correspondiente al tercer trimestre. Los primeros datos, a finales de octubre, apuntaban un crecimiento del 3,1%. Los analistas creen ahora que el crecimiento se situó en ese periodo entre el 3,5% y el 3,9%. Y en esa línea se sitúa O'Neill.
Sin embargo, el mercado también calcula que el crecimiento en estos tres últimos meses del año será aproximadamente la mitad que en el precedente, es decir, en torno a un 1,5%. De cumplirse eso, significaría que la tasa de crecimiento para el conjunto del año se situaría por debajo del rango del 3%-3,5% que el propio Paul O'Neill había fijado como objetivo para este año.
El FMI se suma a los reproches a Europa y Japón
El secretario del Tesoro de EE UU y el Fondo Monetario Internacional (FMI) coincidieron ayer en criticar a Europa y a Japón por lo que consideran políticas insuficientes para estimular el crecimiento e impulsar la economía mundial.La número dos del Fondo, Ann Krueger, dijo que 'nos gustaría ver que se mueven otras patas del instrumento, claramente Japón y Europa, creciendo con mayor rapidez porque eso sería positivo para todo el mundo, incluido Estados Unidos', lo que apunta a una rebaja de tipos en el caso de Europa y un plan antideflación en el caso nipón. En la misma línea, Paul O'Neill señaló que otras naciones deben mejorar sus tasas de crecimiento para que la economía mundial sea menos dependiente de EE UU. 'El futuro del crecimiento mundial está ligado a que otras naciones del mundo también expandan su libertad económica para que EE UU no sea el único motor en la economía mundial'. Profundizando en el reproche, O'Neill señaló que 'hemos tomado medidas en los dos últimos años para frenar la desaceleración económica y darle la vuelta. El resto del mundo también debe actuar. Es responsabilidad de cada gobierno tomar medidas para impulsar el potencial de su población'.