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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

En 2003, más incertidumbre

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó ayer sus nuevas previsiones para este año, 2003 y 2004. En ellas recoge una rebaja generalizada de las estimaciones de crecimiento para los países desarrollados y advierte de los riesgos e incertidumbres que acechan a la economía mundial el próximo ejercicio. La OCDE sostiene ahora que la recuperación no se producirá hasta la segunda mitad de 2003 y que la desconfianza generada entre consumidores y empresas por la caída de las Bolsas y la amenaza de guerra contra Irak, como principales factores, siembran de incertidumbre el camino de la recuperación.

La OCDE viene a constatar en su informe el monopolio que ejerce EE UU como motor económico mundial. Ese hecho, indiscutible, refleja a su vez el fracaso de la Unión Europea en compartir el liderazgo económico con los estadounidenses y en desarrollar un modelo de crecimiento propio que compense, al menos en parte, los estragos de una menor demanda y actividad al otro lado del Atlántico. No en vano, la organización ha rebajado considerablemente más las previsiones para 2003 de la zona euro (del 2,9% previsto en abril al 1,8% actual) que las de Estados Unidos (con una previsión en abril superior al 3% que quedará en el 2,6%).

Tampoco España se libra de la rebaja. El 2,1% previsto hace seis meses para 2002 se queda en el 1,8%, por debajo del 2% oficial, tal y como calculan casi todos los servicios de estudios privados y el Banco de España. El crecimiento en 2003 será del 2,5%, en lugar del 3,3% estimado antes y también por debajo del 3% calculado por el Gobierno. Al contrario de la tendencia generalizada y pese al menor crecimiento, la inflación seguirá siendo un serio problema para España, al registrar un incremento de precios del 3% el próximo ejercicio.

La Reserva Federal publicó recientemente un informe en el que constataba que EE UU exporta más a los países desarrollados sus recesiones que sus etapas de crecimiento. Ello hace más urgente la recomendación, también de la OCDE, para que el BCE atienda las necesidades de crecimiento de la región y apruebe una rebaja sustancial de los tipos de interés. Precisamente, el liderazgo de EE UU provoca cierta alarma ante el incremento de su déficit por cuenta corriente, que según la OCDE alcanzará el 5,1% del PIB en 2003 y crecerá al 5,3% en 2004. La economía estadounidense necesita hoy 2.000 millones de dólares diarios para financiarse, lo que en un entorno de caída bursátil y bajos tipos puede ser difícil de aumentar. De ahí el temor expresado por la organización a una fuerte depreciación del dólar, que acabaría dañando a los socios comerciales de EE UU.

El riesgo de un nuevo conflicto bélico en el golfo Pérsico genera gran incertidumbre en torno al precio del petróleo, con su consiguiente efecto sobre la recuperación. La organización recuerda que el punto de partida de la economía en esta ocasión es más vulnerable, lo que eleva considerablemente los riesgos derivados de una posible guerra.

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