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Privatización

Un constructor compra a la SEPI seis fincas rústicas de la antigua Rumasa

La operación de compra se instrumentalizó a través de la sociedad El Jardín de Almayate, una empresa dedica a la explotación de fincas rústicas, prácticamente desconocida hasta ahora. Esta empresa, cuyo administrador único, según datos del registro, es Rafael Muñoz Toledo, presidente y socio único de la constructora Level, fue finalmente la entidad que ha adquirido la mayor parte de las fincas de Expasa que la pasada semana vendió la SEPI.

La compañía, de la que apenas hay datos públicos, se hizo con seis de las ocho fincas y a un precio sensiblemente superior al que el organismo público había fijado como valor de salida.

El Jardín de Almayate es una sociedad constituida en 1992, cuyo objeto social definido es 'la adquisición de terrenos para su posterior urbanización y venta. La compra y venta de solares, terrenos, fincas urbanas o rústicas'.

Según fuentes cercanas al proceso de adjudicación, las ofertas realizadas por El Jardín de Almayate eran imbatibles en cuanto al precio ofrecido. Esa agresividad le ha permitido hacerse con las fincas más caras, entre ellas la denominada Vistahermosa, situado en la localidad de Ocón (La Rioja) y considerada como el viñedo más grande de esta zona vitivinícola.

Pistas

La compañía ha dejado pocas pistas de su operativa y de quiénes son sus accionistas. De acuerdo con datos del Registro Mercantil, El Jardín de Almayate está dirigida por el presidente de Level y cuenta con un solo apoderado, Ángel Guzmán Méndez, consejero a su vez de Level. Su capital social es de 661.000 euros.

Aun así, El Jardín de Almayate ha invertido en la operación de compra de las seis fincas un total de 37 millones de euros.

La dos fincas no adquiridas por la compañía dirigida por Rafael Muñoz fueron compradas por la sociedades Tikalo, en el caso de la finca Guadianeja, situada en la localidad de Villamanrique, en Ciudad Real, y Ubrial, que adquirió Granja La Merced, en Arcos de la Frontera (Cádiz).

La primera es una empresa con sede social en Madrid, dedicada, entre otras actividades, a la compra y venta de terrenos, y la segunda se centra en la explotación de fincas rústicas en la provincia de Cádiz.

Fuentes de El Jardín de Almayate aseguraron ayer a Cinco Días que la sociedad es totalmente independiente de Level. 'No es una empresa filial', explicaron, 'ni tiene ninguna relación de dependencia con Level; únicamente está dirigida por personas con responsabilidad de gestión en esta constructora'. Estos mismos medios reconocieron, sin embargo, que El Jardín de Almayate forma parte de las inversiones a título particular de Rafael Muñoz Toledo.

Con la venta de las fincas de Expasa se pone prácticamente punto final al proceso de privatización de los activos expropiados de la antigua Rumasa, holding de la familia Ruiz Mateos.

Expasa es propietaria todavía de algunas fincas menores y de la Yeguada La Cartuja, que fuentes de la SEPI han asegurado que no se venderá, dado el valor genético de esta empresa en la cría caballar.

Ingresos superiores a los previstos

La SEPI ha recaudado con la operación de venta de las ocho últimas fincas de Expasa un total de 44,3 millones de euros, lo que supone que ha obtenido un 48% más que el precio global de salida fijado inicialmente para llevar a cabo la operación.Precisamente El Jardín de Almayate ha sido la entidad que ha hecho la oferta mayor por una de ellas. Concretamente ha comprado la finca La Romana, situada en la localidad sevillana de Utrera, por un total de 12,4 millones de euros. La puja que quedó en segunda posición ofrecía 8,7 millones de euros. Esta finca esta calificada de 'cortijo señorial de regadío', consta de 622 hectáreas con un edificio principal de 2.138 metros cuadrados. La venta de estas ocho últimas fincas es continuación de la que ya llevó a cabo la SEPI el pasado año. En aquella ocasión se adjudicaron siete fincas con una extensión total de 1.788 hectáreas por un importe de 31,6 millones.El proceso de venta cerrado la pasada semana se inició en junio. Entonces se decidió que el procedimiento de venta fuera a través de una licitación en sobre cerrado. Los interesados tuvieron de plazo hasta el pasado 16 de agosto para solicitar los cuadernos de venta. En ese tiempo 1.113 particulares y empresas solicitaron información sobre las fincas en venta, con un total de 3.915 peticiones de cuadernos de venta. Hasta el pasado 31 de agosto, fecha en la que finalizó el plazo de recepción de ofertas, se recibieron 83 propuestas, con una demanda de fincas 27 veces superior a las ofertadas.

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