Argentina decide incumplir un pago de 805 millones al Banco Mundial
El presidente argentino, Edurado Duhalde, aseguró ayer que esta decisión de su Gobierno no supone una situación de suspensión de pagos con los organismos multilaterales.
Antes de partir hacia la República Dominicana a la Cumbre Iberoamericana, Duhalde afirmó que su país tiene 'un firme compromiso' de pagar sus deudas con el Banco Mundial, pero dijo que eso sólo será posible luego de alcanzar un acuerdo con el FMI. 'En estas condiciones, pagar sería un riesgo para la forma correcta en que se está desempeñando la economía. Argentina no entró en suspensión de pagos con los organismos multilaterales de crédito y ahora se abre un plazo de 30 días' para evitar que el Banco Mundial declare al país como deudor moroso, dijo Duhalde.
Por su parte, el ministro Lavagna, quien se encontraba en Washington negociando con el FMI, se reunió ayer con el vicepresidente del Banco Mundial, David de Ferranti, para comunicarle que su Gobierno sólo pagaría los intereses del vencimiento. Posteriormente, Lavagna informó de que en su encuentro con De Ferranti le manifestó que su país 'va a posponer el pago del capital hasta tanto pueda cerrarse el acuerdo con el Fondo, que está avanzando, pero que a día de hoy no está cerrado'.
Según Lavagna, los organismos multilaterales no han recibido la noticia de manera inesperada. 'Sorpresa no hay para nadie ni tampoco una situación excesivamente grave, simplemente una postergación de pagos'. Además, el ministro recordó que Argentina tiene pagos pendientes con las organizaciones de crédito, hasta el mes de mayo, que equivalente a la totalidad de sus reservas de 9.500 millones de dólares.
El objetivo del Gobierno de Duhalde consiste en proceder a una reestructuración de sus deudas con el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y postergar pagos hasta finales de 2003. Esas obligaciones totalizan 18.000 millones desde ahora hasta fines del año próximo y el planteamiento que se discute con el Fondo es que éste acepte un nuevo programa de pagos a partir de 2004. 'Argentina no quiere dinero fresco, la deuda argentina es ya demasiado alta. Si algo tenemos que hacer es precisamente un programa para reducir esa deuda. Es imprescindible la reprogramación de los vencimientos', afirmó Lavagna.
Consecuencias
La postergación de ayer es la segunda de este pago, que en realidad había vencido el pasado 14 de octubre. Ante esta tesitura de Argentina, el Banco Mundial anunció que no tomará en consideración ninguna solicitud de nuevos préstamos que pudiese hacer la nación suramericana.
En el caso de que a 15 de diciembre no se hayan desembolsado los 805 millones adeudados, el organismo procederá a declarar la suspensión de pagos técnica y suspenderá el desembolso de los créditos ya concedidos, incluyendo las ayudas para atender los casos de pobreza. Si hasta mediados de abril no se ingresan los pagos atrasados, entonces la entidad degradará a Argentina, que se unirá así al pelotón de países morosos junto con Zimbabwe, Yugoslavia, Irak, Liberia y Seychelles.
Las negociaciones con el FMI son, por tanto, la clave del futuro de las relaciones entre Argentina y los organismos multilaterales. Duhalde y Lavagna reafirmaron ayer que 'se han aprobado prácticamente todos los puntos técnicos' de la carta de intención con el Fondo. Pero restan cuestiones de decisión política, que el débil Ejecutivo de Duhalde ha transferido al Congreso para su aprobación.
Lavagna informó ayer de que el FMI reclama, entre otros puntos, un mayor apoyo político y parlamentario a Duhalde, la aprobación legislativa del Presupuesto 2003, la no modificación de la ley de quiebras, dejar sin efecto la suspensión de las ejecuciones a los deudores hipotecarios y un mayor ajuste fiscal en las provincias.
Asimismo, se objeta al Gobierno que continúen saliendo fondos del corralito financiero a través de amparos judiciales, pues esto debilita al sistema bancario local.
Duhalde anunció ayer que el lunes próximo se reunirá con gobernadores provinciales y líderes parlamentarios para analizar el respaldo que recibiría un acuerdo con el FMI que incluya estos puntos. Aunque lo propicia, el presidente dijo que 'no estamos dispuestos a comprometernos a cosas que después no podamos cumplir'.