Monti expedienta a cinco bancos alemanes por ayudas ilegales
La Comisión Europea reanudó ayer su combate contra las ventajas competitivas que disfruta la banca pública alemana. En julio de 2001, Berlín aceptaba, tras varios años de duras negociaciones con Bruselas, poner fin al sistema de avales que obligaba al sector público a impedir la quiebra de sus entidades financieras. Dos años antes, Bruselas imponía la recuperación de 800 millones de euros en ayudas ilegales recibidas por el WestLB, el banco público del Estado federado de Westfalia del Norte, una entidad que aceptó además segregar sus actividades comerciales a una unidad independiente que incluso podría lanzarse en Bolsa.
Ahora son otros cinco bancos regionales los que han caído en manos del comisario europeo de Competencia, Mario Monti, que exigirá la devolución de ayudas recibidas durante los noventa. Tres de ellos rechazaron ayer las acusaciones.
Las nuevas investigaciones abiertas responden a la misma casuística que el caso del WestLB, según indicó ayer la Comisión, aunque el volumen de ayudas afectadas puede ser bastante menor. En julio de este año, Monti inició otro expediente similar contra el Bankgesellschaft de Berlín.
Los cinco bancos regionales (el Schleswig-Holstein, el Hamburgische, el Norddeutsche, el Hessen-Thüringen y el Bayerische) recibieron transferencias de activos por parte de sus Gobiernos respectivos de hasta 3.500 millones de euros. Todas las entidades recibieron más de 500 millones de euros, señala la Comisión, que analizará si las entidades abonaron los intereses debidos por esa transferencia de capital.
Durante la investigación, que se prevé larga, Bruselas debe determinar cuánto hubieran pagado los bancos por esa inyección de capital si se hubiera producido en términos comerciales. La CE exigirá la devolución de la diferencia entre ese resultado y los intereses que realmente han pagado. La Comisión prefiere no adelantar ninguna estimación oficial sobre la ayuda recuperable, pero sí sobre el mercado que los bancos públicos arañaron gracias al apoyo recibido.
Así, calcula que las cinco entidades pudieron ampliar su cartera de préstamos en más de 40.000 millones de euros en total gracias al aumento de reservas de capital.
No extraña, pues, que sus rivales privados sigan clamando por una intervención de Bruselas, y la Comisión reconoció ayer que actúa a instancias del resto del sector. 'Los procedimientos que iniciamos hoy', indicó el comisario Monti, 'están pensados solamente para asegurar que los bancos privados y públicos compiten en igualdad'. Bruselas insiste en que no cuestiona el modelo financiero de cada país, siempre que no vulnere la competencia.
Las entidades privadas aplauden la iniciativa
El excesivo peso de la banca pública en Alemania es un hecho puesto de relieve desde hace tiempo por la banca privada. El año pasado, tras muchas negociaciones polémicas, Alemania aceptó la exigencia de Bruselas de eliminar buena parte de la garantías públicas que protegían a sus cajas y bancos regionales para someterse a la competencia, aunque con un periodo de transición de cuatro años. El hecho es que casi el 80% del mercado alemán está controlado por las cajas de ahorros y bancos públicos y los cuatro primeros privados apenas cuentan con el 15% del total de depósitos y créditos.Muchos analistas explican que esta estructura es en buena parte responsable de la situación que viven los bancos alemanes, sin apenas capacidad para generar negocio minorista en un momento de hundimiento de la banca de inversión. Las cajas de ahorros españolas han seguido siempre muy de cerca, por su eventual repercusión en España, la reestructuración del sistema en Alemania.