Expediente a Alemania y amonestación a Francia
Alemania se convirtió ayer en la segunda víctima, tras Portugal, del Pacto de Estabilidad que prohíbe que el déficit público de los países de la UE supere el 3% del PIB nacional. El comisario de Economía, Pedro Solbes, inició un procedimiento sancionador contra Berlín, tras pronosticar que su déficit se situará este año en el 3,8%.
Bruselas amonestará además a Francia, porque su déficit se incrementará en ocho décimas respecto a lo previsto inicialmente, hasta alcanzar el 2,7% este año y el 2,9% el próximo. Lo más preocupante es que los dos expedientes coinciden con la publicación de las previsiones semestrales de la Comisión, en las que se rebajan drásticamente las expectativas de crecimiento de ambos países. En Italia, donde 'también nos acercamos a una situación peligrosa', según indicó ayer Solbes, el recorte es de un punto, hasta el 0,4%. Las peticiones de austeridad de Bruselas pueden chocar con la voluntad de estos Gobiernos de estimular la actividad.
El procedimiento abierto contra Alemania, que en última instancia contempla incluso sanciones equivalentes al 0,5% del PIB, exigirá la aplicación inmediata y estricta de todas las medidas de contención del gasto pactadas por la coalición rojiverde que preside el canciller Gerhard Schröder. Aun así, la Comisión estima que Alemania necesitará crecer al menos un 1,4% en 2003 para no superar de nuevo el límite del 3%. La mayor economía de la zona euro violará, además, a partir de este año el límite del 60% previsto en el Tratado de la UE para la deuda pública.
El largo procedimiento sancionador arrancará con un informe de la Comisión en el que se constatará la existencia de un déficit excesivo. Bruselas dispone de margen, sin embargo, para dilucidar si el deterioro fiscal es achacable enteramente al Gobierno o han intervenido factores excepcionales que escapaban a su control. Alemania puede invocar desde las inundaciones padecidas el último verano hasta la amortización de la reunificación con el Este. En última instancia, el veredicto corresponde a los 15 ministros de Economía de la UE, que deben decidir por mayoría cualificada, incluido el voto de Alemania. En febrero, los ministros se negaron a respaldar la propuesta de Solbes para alertar a Alemania sobre el deterioro del déficit en 2001 (que finalmente se ha quedado en el 2,8%).
Solbes desea aplicar ahora ese mismo procedimiento de amonestación a Francia, cuyo ministro de Economía, Francis Mer, se ha rebelado repetidamente contra la disciplina de grupo. París quiere esperar hasta 2004 para comenzar a corregir su desviación presupuestaria, frente a la petición comunitaria de que reduzca al menos medio punto cada año el déficit estructural. Solbes reconoció ayer que, de momento, sólo Alemania y Portugal cumplirán ese compromiso en el próximo presupuesto.
Portugal se encuentra ya incurso en un procedimiento sancionador porque su déficit se situó en el 4,1% el año pasado y parece que no podrá corregirlo en 2003.