Irán, nueva puerta para las empresas españolas
E l potencial de Irán es extraordinario. El país supera los 70 millones de habitantes y su PIB es el más grande y poderoso de la zona, incluyendo Oriente Próximo. Teniendo en cuenta que está impulsando varias reformas económicas y financieras, como la privatización parcial del sector petrolero, que está dirigido a la inversión extranjera tanto en exploración como en desarrollo, transporte, distribución y refinado. Esta apertura abre un horizonte para las empresas españolas, no sólo para el comercio, sino también para invertir.
Las principales oportunidades se concentran en el sector del petróleo y gas, el Gobierno iraní tiene aprobado un plan para producir en el año 2020 más de 10 millones de barriles de petróleo, la gasificación del país y el aumento de sus exportaciones de gas. En este sector, España debe jugar un papel importante en la participación en la producción de petróleo, esto es a cargo de nuestras empresas del sector como Repsol y Cepsa. Por el lado del gas, las empresas tienen gran experiencia en la construcción del gasoducto entre Argelia y el estrecho de Gibraltar. La experiencia de las empresas constructoras y de máquinas pesadas es sobradamente demostrada y deberán jugar un papel destacado en la construcción de gasoductos.
En el sector petroquímico y farmacéutico, que aporta el 12% de las importaciones iraníes, España puede incrementar sus exportaciones de productos de farmacia y material medico. El subsector petroquímico está en fase de desarrollo global, necesita el apoyo del sector de construcción y maquinaria para obras publicas, etc.
Además, el montaje de proyectos llave en mano necesita la participación de empresas españolas de ingeniería, prefabricación y montaje y, como consecuencia, el resto de las empresas auxiliares de equipos y maquinaria suministrarán el material tecnológico e industrial necesario. También habrá oportunidad en maquinaria de envase y embalaje, fabricantes de maquinaria de frío y textil.
La rotunda victoria del candidato aperturista Mohamed Jatamí en las elecciones presidenciales de mayo 1997 representó el cambio para Irán. Triunfaron los reformistas con su programa de apertura económica y condujeron al país hacia el final de su aislamiento internacional.
Entre los puntos fuertes de la actual economía iraní destacan una situación económica y política estable y un entorno favorable internacionalmente. Es el segundo país del mundo en la producción de petróleo (3,5 millones de barriles diarios y unas reservas que suponen el 9% del total mundial) y posee también la segunda reserva de gas del mundo (15% del total). Las reformas estructurales se realizan de forma progresiva. Su apertura en el ámbito internacional va mejorando. Hay un gran interés de las autoridades en mantener un equilibrio en la contabilidad nacional. Y es el país con mas recursos y renta per cápita de todos sus vecinos.
Por contra, su principales debilidades se derivan de una dependencia excesiva del petróleo. Su acceso al mercado de capital internacional es limitado, al tiempo que el marco jurídico y fiscal no favorecen el partenariado.
Como conclusión, el tercer plan quinquenal de desarrollo iraní (2000-2005), que pretende liberalizar una parte de la economía, principalmente el sector de hidrocarburos, y la estabilidad macroeconómica del país, crea una plataforma sólida y favorable para el empresario español para obtener interesantes oportunidades de negocio en los sectores de la maquinaria, farmacéutico, material y equipos sanitarios, maquinaria textil, energía, etc.; sin olvidar que es un país oriental, con costumbres muy arraigadas, respetando su idiosincrasia y planificar a largo plazo.