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Elecciones

EE UU refrenda la gestión de Bush dándole pleno control del Congreso

Por primera vez desde 1934 el partido del presidente ha ganado el Congreso en unas elecciones de mitad de legislatura. Han sido unos comicios muy disputados y en los que los primeros cálculos elevan la participación al 39%. Muchos escaños se han perdido o ganado por varios miles de votos. De hecho, en Dakota del Sur el senador demócrata Tim Johnson ha sacado apenas 527 votos al republicano John Thune. En este Estado se ha pedido un recuento y en Luisiana habrá unas segundas elecciones el 7 de diciembre, porque ninguno de los candidatos ha obtenido la mayoría absoluta. Está previsto que la demócrata Marie Landrieu gane.

Pero pase lo que pase con los últimos votos, los republicanos han ganado el control del Congreso, que hasta ahora no tenían por ser minoría en el Senado. En sus manos están 227 escaños de los 435 de la Cámara de Representantes y se han hecho también con 51 de los del Senado. Walter Mondale, el septuagenario ex vicepresidente que reemplazó al fallecido Paul Wellstone, felicitaba a mediodía a su oponente republicano, Norm Coleman.

El papel de Bush en la campaña ha convertido estas elecciones en una especie de refrendo a su gestión. A pesar del mal momento de la economía, que no sale de la recesión en la que entró en el primer trimestre de 2001, y las incertidumbres por la posible guerra contra Irak, ha hecho valer la popularidad ganada tras el 11 de septiembre. Según los analistas, la derrota demócrata se fundamenta en que los votantes no creen que Bush sea el total responsable de la situación económico, mientras que los demócratas no han presentado alternativas. Además, el partido de Bush ha controlado la agenda y movilizado su electorado.

Satisfacción empresarial

En una jornada bursátil en la que los números rojos y los negros se alternaban y más pendiente del probable recorte de tipos, los valores de las compañías de farmacia, defensa y energía acogieron con satisfacción los resultados. Y es que con la mayoría republicana va a ser más fácil proceder a la reducción de impuestos, renovar la ley de prescripción médica tal y como la industria del sector la ha apoyado y llevar adelante la reforma de la energía que implica la expansión de las prospecciones (básicamente en Alaska). Todos estos proyectos, la creación del Departamento de Seguridad Nacional y el estímulo fiscal que tanto desea Bush habían estado parados en la Cámara de Representantes ante la negativa del Senado a aprobarlos.

No obstante, Bush no tendrá las manos completamente libres, ya que para ciertos tipos de leyes y para evitar el debate necesita el 60% del Senado, por lo que tendrá que negociar con los demócratas más centristas. Algo difícil tras las críticas que ha hecho durante la campaña a los mismos que apoyaron su recorte fiscal.

Tobías Levkovich, de Salomon Smith Barney, y Mauri Harris, de UBS Warburg, coincidían ayer en que, aunque en el corto plazo este resultado puede ser bueno para la economía, en el largo plazo estos economistas se preocupan por que el déficit presupuestario se disparará. 'Algo que no va en el interés de los mercados', dice Levkovich.

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