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Tribuna
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Por un nuevo 'diálogo social'

El pasado 16 de octubre fue bautizado por las organizaciones de autónomos como Día del Autónomo, pues tuvimos la fortuna de ser recibidos por la mañana por el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y esa misma tarde por el jefe de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero. Ello imprime un cambio de actitud frente a todos los empresarios y profesionales autónomos de este país.

Son muchos los años que las organizaciones de autónomos llevaban esperando un pequeño reconocimiento a la labor callada y, en muchos casos, paciente a favor del colectivo que representaban. Desde comienzos de los noventa, cuando se empieza a tener constancia de asociaciones que reivindican mejoras para nuestro colectivo, han sido muchas las personas que han abanderado distintas organizaciones con el único fin de demostrar que los autónomos de España eran capaces de agruparse y defender públicamente cualquier mejora, tanto económica como social para su colectivo.

Han pasado 12 años desde el origen de estas iniciativas. Siempre se ha tachado al autónomo de independiente, de demasiado heterogéneo y de solamente velar por sus propios intereses, sin reflexionar en la necesidad de unificar sus criterios en un solo principio o fin -como prefiera cada uno enfocarlo-, que no es otro que las mejoras tanto sociales como económicas para el autónomo como individuo.

Tanto tiempo de retraso nos ha llevado a situaciones de indefensión, de precariedad y de desigualdad frente a las grandes empresas y frente a los trabajadores asalariados, unas y otros representados por sus organizaciones.

Ahora bien, este cambio de actitud por parte de Gobierno y de oposición en el reconocimiento de la Plataforma Nacional Permanente del Autónomo, elimina cualquier planteamiento no dialogante con las organizaciones de autónomos, al tener un solo interlocutor válido con el que poder contrastar cualquier sugerencia -ya sea en términos de empleo, formación, riesgos laborales o demás aspectos socioeconómicos-.

Gobierno y oposición ya no tienen que hacer frente a una multiplicidad de organizaciones sectoriales que se autodefinen como las más representativas del colectivo de autónomos.

Esta Plataforma Nacional Permanente se propone servir de única voz para el autónomo -y así lo han reconocido Gobierno y oposición-, no sólo por su carácter aglutinador de organizaciones 'sectoriales', sino también porque ha conseguido unir, en pro de un beneficio común, organizaciones vinculadas directamente tanto a sindicatos y oposición, como independientes.

Así, tres de las cuatro asociaciones que la componen tienen ámbito nacional y representación en todo el territorio español, teniendo sólo una de ellas representación en la comunidad andaluza -muy avanzada en la incorporación de la microempresa en la economía social-, al haber suscrito en esta comunidad el Pacto por la Economía Social, introduciendo, de esta manera, al autónomo en un terreno hasta ahora vedado.

El diálogo está abierto a todos, y todos tienen algo de qué hablar. No es momento de enfrentamientos, puesto que nuestras pretensiones no se oponen a las de otros que iniciaron ya su particular diálogo hace más de 25 años, sino que son, si se quiere, complementarias a éstas.

Creemos que es el momento de aprender, sea tanto de las organizaciones empresariales, como de los sindicatos, por su larga experiencia.

Con todo, ello no significa que debamos someternos, sino que nuestra andadura ha de ser conjunto. Puede que seamos el hermano pequeño de los más grandes, pero nuestro fin es igual de loable, aunque sea a menor escala y con menores recursos.

Entendemos, por tanto, que requerimos de una independencia, aunque sea bajo el mismo paraguas, para un nuevo diálogo social en el cual estemos todos representados.

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