'Los contratos con Repsol y Cepsa se firmarán en muy poco tiempo'

Ingeniero, y ministro de Economía desde el 12 de agosto del año pasado, Tahmasb Maheri es uno de los impulsores del proceso de reformas y diversificación de la economía iraní, que lidera el presidente Jatamí. Extremadamente serio, pero con una exquisita educación, muestra, a través de una conversación fluida y en un inglés perfecto, un amplio bagaje cultural y su conocimiento de la nueva realidad económica española.

Pregunta. La visita del presidente Jatamí había despertado serias expectativas respecto a la formalización de importantes proyectos de inversión de empresas españolas en el sector energético iraní que, sin embargo, no han llegado a concretarse.

Respuesta. El sector energético es uno de los más importantes de nuestro país. Las relaciones en este sector entre España e Irán hasta hace dos años se habían limitado al terreno comercial. Pero a partir de esa fecha las compañías españolas como Repsol y Cepsa han presentado ofertas interesantes de colaboración y de inversiones al Gobierno iraní. Actualmente estas ofertas están en fase de finalización de las negociaciones y esperamos firmar los contratos en un plazo de tiempo muy corto. Las conversaciones con Repsol están centralizadas en proyectos de gas licuado y en exploración de petróleo. Deseamos que la concreción de estos proyectos sea el punto de inicio de una más amplia colaboración.

P. El presidente Jatamí ha insistido ante los empresarios españoles en las oportunidades que la nueva ley de inversiones abre a los capitales extranjeros. ¿Qué facilidades e incentivos ofrece esa ley para los inversores?

R. Las facilidades y ayudas que abre la ley aprobada el año pasado permiten realizar proyectos de obras públicas en forma de consorcio entre el sector público y el privado, permitiendo a las empresas recuperar su inversión a largo plazo. También se han dado avances en el sector del petróleo y gas para permitir los acuerdos de explotación con multinacionales extranjeras. En el caso de España, el acuerdo de promoción y protección de inversiones que hemos firmado durante esta visita va a facilitar mucho las relaciones de inversión entre los dos países.

P. Sin embargo, para completar el marco de relaciones económicas, está aún pendiente la negociación de un acuerdo para evitar la doble imposición. ¿Es posible concretar este acuerdo en los próximos meses?

R. Sí es posible. El impuesto es un derecho, es justo, y cualquier inversor tiene que pagar por sus beneficios. Pero pagar dos impuestos por un mismo proyecto es injusto, y ningún inversor que tuviera que pagar dos impuestos podría competir en el mundo. El ministro de Economía español y yo mismo hemos hablado estos días para que este problema pueda estar solucionado a principios del año próximo.

P. ¿Han mantenido también conversaciones para ampliar el seguro de crédito en las operaciones con Irán o para la firma de algún programa financiero?

R. Hemos hablado y esperamos que el Ministerio de Economía aumente los techos y cobertura del seguro de crédito. De todas formas estamos iniciando la cooperación y aún nos quedan muchas cosas por hacer.

P. Irán está realizando también una profunda reforma del sistema bancario. ¿En qué consiste esta reforma y qué bancos españoles se han interesado por entrar en Irán, si es que lo ha hecho alguno?

R. Las reformas son en dos sentidos. La primera está dirigida a autorizar la apertura de bancos privados, que antes no se podía, y en estos momentos ya están funcionando tres bancos privados en Irán y hay otros que están tramitando sus permisos oficiales. Un segundo paso estaría dirigido a la privatización de los bancos públicos al pueblo iraní. Respecto a los bancos extranjeros, pueden tener actividad en las zonas que denominamos libres y estamos trabajando para que puedan abrir sucursales en el resto del país en un plazo breve. Respecto a los bancos españoles, si tienen interés en entrar en Irán, pueden hacerlo asociándose a algún banco privado o abriendo sucursales en las zonas libres. Si realmente quieren instalarse en el país, nosotros les apoyaremos.

P. Además del sector energético, ¿en qué otros sectores tiene interés Irán para las empresas españolas.

R. En el marco de la nueva legislación el gobierno de Irán ha autorizado ya 150 proyectos de inversión por importe de 4.200 millones de dólares, de los que un 66% procede de países europeos. Es cierto que el volumen de inversión española en Irán es todavía escaso, pero existen muchos campos para impulsar la cooperación bilateral, especialmente en minería, automóviles, transporte, maquinaria, electricidad y, sobre todo, en el turismo, donde nos gustaría aprovechar la experiencia española para invertir en hoteles y servicios.

Incentivos fiscales y privatizaciones

Uno de los principales atractivos que ofrece la nueva legislación iraní a los inversores extranjeros es, en opinión del ministro Tahmasb Mazaheri, el paquete de importantes incentivos fiscales, entre los que destaca 'la exención total de impuestos para todas las actividades derivadas de la agricultura'.Existe, además, 'una exención fiscal del 80% para todas las actividades productivas durante un periodo de 4 años, que se amplía a 10 años si la inversión se realiza en las zonas menos desarrolladas del país. Para las inversiones productivas que se instalen en las llamadas zonas libres la duración del periodo de exención impositiva es de 15 años'. Dentro de su programa de liberalización, el Gobierno iraní ha abierto una agencia de privatizaciones y Tahmasb Mazaheri recuerda que 'el Parlamento ha aprobado regulaciones sobre privatización, y el Gobierno ha adjudicado ya empresas por un valor aproximado de 480 millones de dólares'. La diversificación de la economía para hacerla menos dependiente del petróleo es otro de los objetivos prioritarios del Gobierno de Mohamed Jatamí. Irán es el cuarto productor y el tercer exportador mundial de petróleo, actividad por la que obtiene un elevado superávit comercial que le ha permitido alcanzar unas reservas de divisas de 12.000 millones de dólares. El tamaño del mercado de Irán, de más de 60 millones de habitantes, y las abundantes fuentes energéticas a bajo coste son su principal atractivo para la inversión exterior.