Los bancos de Wall Street sufragarán la reforma del sector
Se prevén unas negociaciones largas. Abogados de los bancos de inversión de Wall Street y los representantes de la SEC (el regulador de los mercados en EE UU); el fiscal de Nueva York, Eliot Spitzer, y la asociación de corredores de Bolsa (Nasd) se reunían ayer y lo harán de nuevo el jueves próximo para perfilar las reformas y las sanciones que se quieren imponer a la gran banca de inversión por hacer análisis sesgados.
Los bancos aceptarían, según diversas filtraciones, una de las partes mas controvertidas del plan de los reguladores. Se trata de pagar el análisis de 20 firmas independientes. Los bancos de Wall Street podrían mantener así su propio área de análisis, pero ayudarían a los inversores a disponer de voces independientes. La división de análisis de la banca , además, debe separarse de la de banca de inversión, algo que ya ha anunciado Citigroup.
Los bancos acceden porque no tienen margen de maniobra. Las investigaciones de Spitzer o el Congreso les han dejado en un callejón sin salida, pero aun así los abogados de estas firmas consideran que el acuerdo es injusto porque se subsidia a competidores. Según los cálculos preliminares, cada entidad pagará entre 10 y 20 millones (una cifra similar en euros) durante los próximos cinco años a las firmas de análisis independientes. Lo que pone la cuenta final entre 1.000 y 2.000 millones de dólares.
Quedan pendientes flecos como los canales de comunicación entre analistas y banqueros de de inversión. Paralelamente, los ejecutivos de las firmas independientes están molestos por el mayor escrutinio sobre su trabajo y por la influencia de los bancos en su negocio.
Presión sobre Pitt
Mientras se discute este acuerdo, el regulador de los mercados, la SEC, hace frente a una fuerte crisis en su seno. A decir de analistas y políticos, su presidente, Harvey Pitt, está cada vez más cerca de la dimisión. The New York Times publicó ayer que William Webster, nuevo presidente del comité de vigilancia de las firmas de contabilidad de la SEC, dijo a Pitt que había formado parte del comité de auditoría de una empresa que ahora está ante los tribunales por fraude.
Pitt no informó al comité que eligió a Webster por tres votos a dos. La oposición al nombramiento de este ex director de la CIA y el FBI de 78 años vino de los miembros de la comisión de la SEC nombrados por el partido demócrata, que pusieron sobre la mesa la poca idoneidad académica de éste. Preferían al director del fondo de pensiones TIAA-CREF, John Biggs, demasiado progresista para los republicanos.
Como respuesta al escándalo, Harvey Pitt dijo ayer que había ordenado una investigación interna sobre la elección de Webster. Los demócratas han vuelto a pedir a Bush que eche a Pitt.